"Te amé contra mi juicio"
Te amé cuando no debí mirarte,
cuando tus ojos eran invierno sin tregua.
Cuando tu voz, áspera y sin arte,
cortaba mi orgullo como fina rueca.
Fuiste sombra en un salón de fiesta,
un rostro sin alma entre luces doradas.
Y aún así, mi pecho, como una orquesta,
tocaba por ti sus notas calladas.
Mujeriego, distante, sin fe en la ternura,
te burlabas del mundo, del amor, del destino.
Pero vi ¡maldita mi locura!
la grieta escondida bajo tu camino.
Me odié por buscarte en los gestos más fríos,
por quedarme esperando donde tú no llegabas,
por defenderte cuando hasta los ríos
se volvían contra mí si tu nombre nombraba.
Y aún así, entre susurros y heridas,
hubo una noche donde no fingiste.
Tus manos dudaron, tus pupilas vencidas…
y por un momento… sentí que me quisiste.
Luego, volviste a tu reino de hielo,
al teatro vacío de tus madrugadas.
Y yo, con el alma hecha un pañuelo,
quedé siendo nada… entre tus nada.
Pero si algún día tus pasos te duelen,
si recuerdas la risa que ya no te nombra,
sabrás que hubo una que, sin que la velen,
te amó con un alma que aún te asombra.
#7553 en Novela romántica
#1819 en Chick lit
#3789 en Otros
#1129 en Relatos cortos
Editado: 19.04.2025