Cartas al Tiempo

Diario de Vanessa – “El eco de su nombre”

Esta noche lo he visto otra vez.
Su andar era un susurro, una promesa vestida de mármol.
Dorian Gray: el hombre que no envejece,
la criatura que sonríe con tristeza y peca con elegancia.

Cuando su mirada se cruzó con la mía,
sentí al demonio dentro de mí suspirar de placer.
Hay algo en él que me reconoce…
como si nuestras almas hubiesen danzado antes
bajo un cielo sin Dios.

Intenté rezar después,
pero sus ojos seguían allí,
en la oscuridad de mis párpados cerrados,
recordándome que hay oraciones
que solo se dicen con el cuerpo.



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En el texto hay: poemas, poemario, poema de amor

Editado: 30.10.2025

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