Oso de peluche

La oscuridad me rodea. El miedo me acecha.

«Soy mayor, puedo dormir a oscuras.» Miento, con mis 6 años.

No soporto la oscuridad. Nunca lo hice.

Los niños son crueles. Tiernos, pero crueles.

Pude haber muerto en aquel baño, lleno de oscuridad. Pero, nunca lo consideraron.

No. Eran niños.

Siempre es un juego.

Pasan segundos.

Minutos.

Horas.

Tiemblo en cada momento. La presencia de lo desconocida en el oscuro abismo me traga.

Me quiere con él.

Logró liberarme de la oscuridad del baño, pero nunca del de la noche.

Tal vez, durante todo este tiempo, nunca le tuve miedo a la oscuridad, sino a lo que pudiera haber en ella.

No quiero estar sola. Siento pánico.

Las siluetas en las sombras reflejadas por la poca luz me asustan. Es un enemigo. Me atacará y dañará a mi familia.

Pero, no puedo hacer nada. No tengo un guardián.

Las ojeras bajo mis ojos se hacen cada vez más oscuros, más profundos. No debo bajar la guardia.

No puedo.

Mis padres notan mi miedo. Lo tratan con calidez y sinceridad. Me explican que no hay por qué temerle a la oscuridad, pero los ignoro.

La noche cae de nuevo, y debo prepararme para hacer guardia, hasta que mi padre me entrega algo inesperado.

Un oso de peluche. Suave como la seda y tan esponjoso como una nube.

«Este será tu guardián. Te protegerá de la oscuridad y de cualquier malvado que haya en ella» —Lo escuchó decir.

Mis ojos pesados sucumben al sueño y, finalmente, después de mucho tiempo, me siento tranquila. La suavidad del peluche me envuelve y me siento protegida de todo.

De la oscuridad.

De la maldad.

Del enemigo.

La oscuridad sucumbió ante el oso de peluche. Mi guardián.

Y ahora —De mayor—, el oso se fue. Pero nunca la sensación de tranquilidad que me dio.

Sé mi guardián ahora. Ahora que mi oso se fue.

Cumple mi deseo.

Abrázame con la misma ternura de un osito de peluche, suave y reconfortante. Y anhelo que lo hagas del mismo modo en que yo abrazo a mi osito de peluche.

Un osito de peluche con olor a sol. De nombre «Sunny». El cual, nunca me dejo sola.

Cálido y seguro.

Justo como tú.

Siempre tú.