Cartas Antes De Mi Apoptosis

Ira

Las palabras lentamente comienzan a entrar por mis oidos.
Recorren por mi cerebro, y se almacenan en mi corazón.

Tal vez no lo dijo en serio.

Lo dijeron en serio.

Tal vez no era su intención lastimarme.

Su intención era esa.

Se supone que somos amigos. Los amigos no se lastimán de esa forma. He hecho todo lo que ellos querian. Los ayudé en ingles y en sus problemas. Los escuché, estuvé con ellos y oí sus quejas.

¿Por qué no escuchaban las mías?
¿Por qué no podían escucharme?
¿Por qué no podían ser buenos conmigo?

Mis manos tiemblan, mi mirada se intensifica.
Quiero que se den cuenta de que me lastimaron, quiero que se den cuenta de que me estan cambiando.
No se dan cuenta, o no les importa.

Escuchó sus palabras. Continuan siendo venenosas, quiero ser completamente pasiva, quiero ser tranquila.
Ya no quiero tener más problemas.
Ya no quiero tener que explotar... en Ira.
Sus risas aumentan.
Mi amabilidad disminuye.
Su veneno crece.
Mi paz muere.
La amistad que sentia por completo ya no la logro ver.
¿Qué estoy haciendo?
Se están riendo.
Se están mofando.
Me están lastimando.
Me están provocando.
Y me están haciendo enojar.

Mi respiración se vuelve lenta, mecánica.
Mis ojos se abren como platos, el aire no me hace daño.

Mis manos se cierran en puños, lastimandose.
Mi corazón se llena de ira. Ira corrosiva.

Mi mente se llena de pensamientos intrusivos.
Veo formas de lastimarlos.
Formas de torturarlos.
Formas de hacerlos pagar.
Formas de hacerlos llorar.

Formas de matarlos.

Mis pensamientos gritan en mi subconsciente, quieren salir.
Quieren estallar con los cobardes a los que yo llamaba "Amigos".

Amigos a los que imaginé tener una linda charla de viejos.
Amigos que no eran mis amigos.
Nadie es amigo de nadie.
Todos son iguales.
No hay escape para mis pensamientos, siguen gritando.
No me abstengo de pensar en las maneras de lastimarlos.
Verlos llorar.
Verlos suplicar.
Verlos implorar.
Ver esas expresiones deleitantes que desbordan miedo.
Y, cuando crean que daré olvido a lo que me hicieron, gritaré:
¡¿Quién rie ahora?!

Despierto.

Veo el papel que escribí para el grupo, destrozado.
Veo como todos me miran.
Veo como sus risas se apagaron, y la diversión en sus miradas ahora es... incomodidad.
Dejaron de reirse.
Dejaron de burlarse de mí.
Dejaron de pensar que soy y sere la misma idiota que confiaba en ellos.
Dejaron de pensar que yo era normal.
Me exalté.
Exploté.
Palabras en ese momento yo solté.
Se quedaron callados. Se quedaron quietos. Se quedaron tranquilos.
Todos sus ojos reposaban en mí.
Demostré quien podía ser y ya nadie volvería a molestarme.
Demostré quien podía ser y ya nadie volvería a confiar en mí.
Ira.
Una emoción corrosiva que se ingresa a tu sistema, cual virus pegajoso y pútrido.
Demostré mi punto.
Demostré mi verdadero ser.
Demostré mi falta de control.
Demostré lo que quería demostrar hace mucho tiempo.
Creí... que al ver esta parte de mi por primera vez, comenzarían a respetarme.
Comenzarían a valorarme.
Creí que el explotar y soltar veneno como ellos me haría sentir bien.

No... No me hizo sentir bien.
Soy... soy una salvaje.
Soy... soy como ellos.
No... no quiero ser como ellos.
Nunca más.



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En el texto hay: realismo, prosas, prosas poeticas

Editado: 09.06.2025

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