Hialeah, Florida; 11 de marzo de 2019
Querida Helena:
Para comenzar, disculpa mi letra, espero que puedas entender lo que quiero escribirte. Te preguntarás quién soy, sin embargo, no puedo decirte, aún. Pero tranquila, soy una persona que te conoce muy bien, nos conocemos desde pequeños, entonces ahí ya tienes una pista...
¿Cómo estás? Espero que muy bien, en serio. Quiero que siempre estés bien, quiero lo mejor para ti. Durante todos estos años que han pasado nunca he dejado de pensar en ti, en tu sonrisa perfecta, tus ojos de color miel que transmiten una energía muy especial, esa nariz respingada y esos labios que me gustaría en algún momento llegar a tener la dicha de tocar. Sé que quizás suene un poco psicópata lo que te estoy diciendo y cómo lo estoy contando, pero no te asustes, yo te conozco hace muchos años Helena, y a través de esta carta quiero demostrarte que si antes te quería, ahora lo hago con mucha más fuerza.
Espero que leas todo lo que te escribí y si llegaste hasta esta parte de la carta es porque hay un mínimo de posibilidad de que tengas curiosidad por saber quién soy.
Te envío muchos cariños.
M.