Cartas de amor inesperadas

3. Almuerzo familiar

Hoy es domingo, último día para descansar. Hoy no quiero hacer nada más que estar en mi cama, dormir hasta tarde y comer lo que encuentre en la cocina.

Me levanto, me visto con lo más cómodo que encuentro, un chándal grande y unos jeans. ¡Hoy llega mi revista "Inside out"! Me subscribí a esa revista, y me llega todos los días domingos. Esta es una revista sobre diseño de interiores, la cual me ayuda a inspirarme y darme ideas sobre algunas casas que quiera decorar. Salgo a revisar mi buzón, cojo todo lo que está hay dentro y vuelvo a la casa. Y ¿adivinen qué? hay otra carta de ese tal "M". La abro y comienzo a leerla. ¿Me pide que vuelva a colocar público mi perfil de Instagram? ¿Quién se cree que es? no le haré caso, yo sé lo que hago con mis redes sociales. Aunque, luego me pongo a pensar... ¿qué problemas tendrá? saco esos pensamientos de mi cabeza, él no puede pedirme nada, ni siquiera sé quién es. Dejo la carta de lado y cojo la revista, comienzo a hojearla y veo muy buenas ideas, marco las hojas que encuentro necesarias y la cierro.

Me dirijo a la cocina a comer algo, lo único que encuentro son cereales y leche, tendré que ir al supermercado urgentemente. Como mi desayuno y como lo pensé, tomo mis cosas y salgo en dirección a comprar comida. Ya en el supermercado, cojo todo lo necesario para la semana, lo pago y voy devuelta hacia el auto con todas las bolsas en las manos. A mis espaldas escucho que alguien grita mi nombre, me giro.

—¡Helena! —es Marco, mi medio hermano, se acerca a mí— ¿Te ayudo?

—Claro, gracias —caminamos juntos hacia mi auto— ¿Cómo has estado? Tanto tiempo sin verte.

—Bien, acabamos de mudarnos con Sophia por este sector —Sophia es su novia desde la universidad. Marco es tres años mayor que yo, él tiene 28 y yo 25. Y con ella ya llevan casi cuatro años juntos.

—¿En serio? Que bueno, los felicito —le sonrío.

—¿No quieres almorzar con nosotros? Sophia creo que iba a cocinar lasaña, tu favorita —y yo que hoy no quería salir de mi casa. Pero una lasaña no se puede negar, y menos a Marco.

—Está bien. Yo te sigo en mi auto.

—De acuerdo —él me ayuda a subir las bolsas al auto y yo me subo. Conduzco hacia la casa de Marco. Si hubiera sabido que iba a ir a otro lugar, me hubiera arreglado aunque sea un poco.

Llegamos y me bajo del auto. Marco hace lo mismo. Me hace entrar a su casa y Sophia me saluda eufóricamente.

—¡Helena, tanto tiempo! ¿Cómo has estado?

—Muy bien, ¿y ustedes? Por cierto, está muy linda su casa —digo, mirando a mi alrededor.

—Gracias. Después te pediré algunos consejos para decorar la cocina, aún no me decido de qué color pintarla —me dice Sophia. Con ella nos llevamos bien, es la novia más agradable que ha tenido Marco y por más tiempo, lo cual agradezco.

—Claro, yo te ayudo sin ningún problema.

—Ahora pasemos a comer, la comida está lista —dice ella, invitándome hacia el comedor. Nos sentamos y comienzo a devorar el plato de comida, es que no hay comida más rica que la lasaña.

—¡Está deliciosa! —digo.

—Es que Sophia cocina muy bien —comenta Marco.

—Gracias por sus elogios, no es para tanto —dice Sophia.

—Y Helena, ¿cómo va el trabajo? ¿ya encontraste uno? —me pregunta Marco.

—Sí, estoy muy feliz. Me contrataron en las Oficinas Williams. Y hasta ahora me va muy bien.

—El Sr. Williams es un hombre muy reconocido en esa área. ¡Te felicito! —me dice Sophia.

—Sí. Muchas gracias —respondo.

—¿Y el novio hermanita? ¿para cuando? —me pregunta Marco divertido. Yo no tengo novio desde que terminé la universidad. Cuando estudiaba estuve con alguien, pero era una relación algo tóxica, él me celaba por todo y me controlaba todo lo que hacía, hasta que no lo soporté más y terminé con él.

—No, novio por ahora no. Estoy concentrada en mi trabajo —respondo tranquila.

—Yo tengo algún amigo que te podría presentar —me dice Sophia, con cara traviesa.

—Está bien que te concentres en el trabajo, pero no será por siempre así. Disfruta la vida, hermanita. Quizás ya alguien está enamorado de ti, y tu aún no lo sabes —me dice Marco. La primera persona que se me viene a la cabeza cuando dice eso es ese tal "M", ¿él estará realmente enamorado de mí?

—Si disfruto mi vida, ese amor llegará cuando menos lo espere.

Seguimos conversando sobre mí y sobre la vida de Marco y Sophia en esta nueva casa. Terminamos de comer y Marco ayuda a Sophia a levantar los platos de la mesa. Yo camino hacia la cocina y la ayudo con ideas para la decoración. Cuando miro por la ventana ya está oscureciendo. Me despido de los dos y conduzco hacia mi casa. Apenas llego bajo las bolsas con lo que había comprado en el supermercado, lo ordeno en la cocina y me voy directo a la cama. Antes de dormir reviso mi celular y recuerdo lo que me dijo Marco "quizás alguien ya está enamorado de ti, y tú aún no lo sabes". Sin pensarlo mucho, me meto a Instagram y cambio mi perfil de privado a público. Espero me lo agradezcas, Sr. M. 

 



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En el texto hay: romance, cartasdeamor

Editado: 12.10.2020

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