Un pájaro voló
Y me pregunté
Si yo también lo podría hacer.
Varias semanas duré soñando,
Imaginando como sería tocar
El cielo con los dedos,
Sentirse libre sin esfuerzos.
Muchas veces me dijeron que para mí
Sería imposible planear,
Pero si algo tan pequeño como un ave
Podría surcar los cielos en su hábitat natural,
¿Quiénes eran ellos para prohibirme
cambiar mi modo de actuar y el lugar de mi habitar?
Perdí la cuenta de las veces que me caí,
De los huesos que me rompí
Y de los caminos que perdí.
Que sin más huyeron de mí al comprender
Que mi naturaleza intentaba corromper.
Un día cansada de tratar me detuve,
Me callé,
Y tranquilamente miré
Por donde las nubes
Blancas como la luna
Flotaban etéreas.
Donde por las noches las estrellas
Limpiaban con su brillo mis temores y con luz pura
Ocultaban mis errores.
Un destello llamó mi atención, pero lo pasé por alto
Pensando que sería el sol, pero nuevamente me cegó y
Mis ojos captaron un ser que no podían comprender.
Tratando de descifrar que podía ser,
Lo capté.
Ese fue el pájaro
Que alguna vez admiré.
Que un sueño me ofreció y que sin más
Me obligó a romper
Todo lo que un día amé.