ARLET.
te vi entrar por la puerta de nuestro hogar, escribirte esto me infla el corazon, pero lo que verdaderamente lo llena es tu hermosa sonrisa, entonces, me di cuenta que no seria capaz de quitártela, y que mucho menos seria yo la causa por la que dejaras de sonreir.
Asi qué por primera vez me permití ser egoista solo ese momento, solo quise verte sonreir, se que no es lo correcto pero, espero que entiendas en algún momento la razón por la que decidí guardar silencio, espero ser recordada con una sonrisa, no con lagrimas de arrepentimiento y mucho menos de culpa porque esto no es culpa de nadie, solo es la vida siguiendo el curso y dejando estragos detrás de ella.
Asi que por favor no te culpes por esto, por que aún que sé, que cuando leas esta carta te pareserá dificil de creerlo, los dias a tu lado fueron los mas felices de mi vida, y espero llevarme el recuerdo de esos momentos, asi que por favor, recuerdame con una sonrisa.
POSD: Amo tu sonrisa, asi que nunca dejes de sonreir para mi, pero sobre todo para ti.
-- Que tal ha ido el día de hoy? --- Tomo su saco y lo coloco en el perchero de la entrada, y me doy el tiempo de observarlo un poco más de lo habitual, agradezco los momentos en los que puedo ver cada detalle de su rostro como si fuera capaz de que el mundo se acabara en un parpadeo, en este momento siento como si hubiera desarrollado algún super poder.
-- Bastante agotado Honey .
Sin percatarme sonrio ante el apodo que ah usado, desde que empezamos a hablarnos como amigos y le confese que era una amante de la miel, empezo a llamarme asi, me es dificil no rememorar el momento en que nos conocimos, dos jovenes de quince años, tan inocentes, expuestos a la crueldad de este mundo.
-- La cena esta lista, ¿ Que te parece si despúes de la cena te doy un masaje ? -- Me doy la vuelta y me dirijo a la cocina para preparar la mesa y servir la cena.
-- Me encantaria cariño, no sabes cuanto necesito uno de tus masajes milagrosos. -- Toma asiento en la mesa y le sirvo, antes de empezar damos gracias por los alimentos para luego degustar nuestra cena.
-- Eres un exagerado, lo sabias.
Suelta una pequeña risita traviesa y seguimos cenando. La cena estuvo llena de charlas como todas las noches juntos, pero, hoy era distinto, por alguna razón prestaba suma atención a cada movimiento que hacía cuando hablaba o las muecas que hacía con la boca cuando no estaba deacuerdo con algo o la forma en la que sus cejas se elevaban cuando hablaba de algo que realmente le interesa, justo hoy no me queria perderme ningun detalle.
Pasado unos minutos en los que cenamos entre risas y pequeñas bromas, cuando por fin terminamos de cenar el me ayudo a levantar la mesa y yo me encargue de lavar los platos mientras el los escurria y los dejaba en la trastera.
Esa noche pasamos un tiempo íntimo en la cocina, disfrutamos de un helado de limón entre risas, bromas y muy malos chistes, y como si fuera posible, me enamoré aun más de su sonrisa, esa es una de las muchas cosas que no quiero olvidar de el, esos labios gruesos que se curvan asi arriba formando un oyuelo en su mejilla izquierda.
Al finalizar el postre subimos a la recamara donde nos dimos una ducha y le di el masaje que le habia prometido.
-- Deja de quejarte -- Reclamo entre risas por la exajeración de sus quejidos.
-- Me da la sensacion de que te estas desquitando conmigo por algo que hice y no ... recuerdo. -- Termina de decir con un suspiro, a causa del alivio que exprimentan sus musculos por el masaje.
-- Oye no es mi culpa que tu cuerpo este tan tenso. -- Cambié de postura para poder masajear sus hombros y su hancha espalda.
-- Cariño mío ... eso es ... por el trabajo. -- Tomo sus brazos, aún de espalda y los estiro hacia mi, y un estrepitoso crujir resuena en la habitación, a causa de la tensión de sus huesos.
-- Bueno, esto no pasaría si te tomaras las vacaciones que te dan en el trabajo.
-- Amor, sabes que amo mi trabajo.
-- Aja, bien, eres libre ahora .. -- Me abajo de su espalda y me acomodo a su lado en la cama esperando que el se acomode, cuando finalmente lo hace le doy un corto beso. -- Descansa Amor.
Lo observo con descaro, y soy capaz de ver la manera en que su sonrisa se ensancha, hace mucho que no usaba un apodo cariñoso para referirme a él, creo que ya es tiempo de volver a usarlos, antes de que sea demasiado tarde, y me arrepienta por no averlo hecho.
-- Buenas noches honey.
Se envuelve en las sabanas pasando una mano por mi cadera, acercandonos asta el punto en el que su calor corporal me envuelve por completo.
Es increible ver que, asta que estamos apunto de perder algo, es cuando empezamos a apreciarlo de verdad.