CAPITULO V.

ARLET.
Ya ase un mes que me dieron una de las peores noticias que podria a ver resivido pero, ''estare bien'' ( Siempre me repito eso, en una desesperada forma de darme valor.)
No te preocupes a pesar de todo, estoy feliz, lo cual es algo irónico, pero me e podido dar cuenta de que, es en estos momentos cuando realmente empezamos a vivir deverdad, empezamos a apreciar las cosas pequeñas y los pequeños momentos que nos da la vida, y me parece que me eh perdido de muchas cosas , pero ya no estoy dispuesta a seguir perdiendome de los regalos de la vida.
Puedo decir que al fin eh encontrado la felicidad.
¿Recuerdas cuando me preguntaste que era lo que más me gustaba de estar viva? Y No pude responderte, Bueno pués, si me volvierás a preguntar te diría que me gusta, la cálida brisa de otoño.
POSD: Me encanta cuando la brisa desordena tu bello cabello castaño, siempre serás mi castaño colocho.
Es otoño y la cálida brisa golpea nuestros rostros, le habia insistido a Saimón por varias semanas, para que pudieramos salir al parque y hacer un picnic y lo logre convencer solo que en lugar de ir al parque me llevaba a un lugar desconocido, el siempre tratando de sorprenderme con cualquier cosa, amo ese lado de el.
-- No me vas a decir hacia donde me llevas. -- Pregunto por onceava vez desde que desvio la ruta asia las afueras de la ciudad.
Ya llevamos al rededor de dos horas conduciendo, y no e parado de preguntarle a donde es que vamos y parece que ya lo tengo un poco arto con tanta preguntadera , se que no va a seder a mi insistencia, pero me gusta molestarlo debes en cuando.
-- Amor mio, por onceaba vez, es una sorpresa.
Desvia un poco la mirada del camino para poder verme con esos ojos color miel que me encantan.
-- Sabes que no me gustan las sorpresas.
Eso es una vil mentira ya que yo amo las sorpresas pero, realmente me esta matando la curiosidad de saber hacia donde me lleva.
-- Se que mientes, tu amas las sorpresas cariño.
Se sale de la carretera, entra a un pequeño camino y se estaciona, me giro para poder verlo y antes de que pueda decir algo, vuelve a hablar.
-- Hemos llegado.
Abro los ojos y miro hacia afuera y solo hay arboles, tras arboles, me vuelvo a girar para verlo y me encuentro con su mirada la cual me observa con detenimiento, estudiando cada movimiento que hago.
-- ¿ Es aquí ?
Pregunto con desconcierto aún sin poder comprender a que esta jugando, y este Suelta una risotada para despues volver a hablar.
-- Es aqui.
Se queda en silencio por unos minutos, asta que ve que levanto ambas cejas sin entender, esta vez suelta una carcajada escandalosa y al no aguantar se sostiene el estómago, lo miro fijamente y me entran ganas de reirme con el, pero me contengo, cuando veo que sale del auto y abre el maletero, me bajo y lo sigo para ver que es lo que planea hacer.
Ya estando a su lado veo que saca la canasta y la manta que yo habia enpacado para el picnic, al terminar de sacar todo lo que iba a ocupar, cierra el maletero me mira y le mantengo la mirada, se que se trae algo entre manos, me sonrie y me extiende la mano, la tomo y me empieza a guiar por un pequeño sendero.
-- Hacia donde me llevas? ¿ No estas planeando en secuestrarme o si?
-- A menos de que sea posible secuestrar a mi esposa, entonces si.
Voltea a verme y me sonrie, le correspondo de la misma manera, su comentario hace que el recuerdo del dia en la playa invada mi mente, haciendo me sentir una calidez en todo mi ser, al ver que no tengo intencion de hablar el toma la iniciativa.
-- Veras, cuando era joven, era muy rebelde.
-- Oooh Creo que me e casado con un pequeño delincuente. -- Bromeo y el suelta una risotada en respuesta.
-- Como te decía, era muy rebelde y cuando discutia con mis padres, salia de casa y me perdia por ahi, en una de esas escapadas me encontre con un pequeño riachuelo a las afueras de la ciudad.
Se detiene para verme y sercionarse de que estoy prestando atencion, me tomo un tiempo para procesar sus palabras y es entoces cuando caigo en cuenta, levanto la cabeza y lo miro fijamente.
-- No me digas que? -- No termino la oración, pero el asiente con la cabeza y sigue su relato.
-- Sip, me as pedido que hagamos un picnic y te he traido a mi pequeño escondite, de adolecente este se convirtio en mi lugar favorito y venia aqui cada que discutía con mis padres, y queria mostrártelo, asi que, que mejor que hacer un picnic a la orilla de un riachuelo.
Suelta mi mano y apunta hacia el frente, miro asia donde apunta y me pierdo en la hermosa vista, en ese lugar yase una pequeña cascada que corre en una pequeña corriente, llegamos asta la orilla y empiezo a saltar de la emocion como si mi vida entera dependiera de eso, Saimón se me aserca y deja la canasta en el suelo y empieza a saltar conmigo.
Pasado un rato tendemos la manta en el pasto y sacamos los bocadillos que preparé para comer, conversamos de temas triviales mientras comemos, asta que el decide preguntarme algo.
-- Honey
Me giro a verlo ante el llamado y el vuelve a hablar.
-- ¿ Que es lo que más te gusta de estar viva?
Su pregunta me toma desprevenida y no se que responderle, me quedo un rato pensando y cuando abro mi boca para darle la respuesta el vuelve a hablar.
-- No quiero que me digas, que te gusta estar conmigo, sino más bien, algo que te guste de la vida en si, no de nuestra relación.
-- Pero eso es lo que me gusta.
-- Esta bién, pero no hablo de eso, si no de algo del mundo que te haga querer estar viva.
-- Bien, ¿ Que es lo que a ti te gusta de estar vivo ?
El no parece pensarlo mucho, cuando ya tiene la respuesta.
-- A mi, me gusta este sitió, me gusta a ver encontrado este lugar y por más irónico que sea, pasó por una discusión, asi es la vida, te quita, te ataca, pero al mismo tiempo te premia y es bonito vivir para eso, asi que yo diría que somos como una flor de loto que crece en la adbersidad, pero es una de las flores más hermosa.
Nos quedamos en silencio y disfrutamos del momento que este lugar nos brinda, no se cuanto tiempo pasó, pero cuando desidimos volver a casa ya estaba oscuro.