ARLET.
Los días pasan relativamente rapido, hace unos dias nos entregabamos el uno al otro, y lo unico que puedo decir es que, ese momento me hizo recordar nuestra luna de miel, amo nuestros momentos intimos, pero no puedo decirte que ame, ese encuentro.
Pude darme cuenta de la manera en la que me mirabas, mas bien la forma en que mirabas mi cuerpo, mis claviculas se an pronunciado vastante debido a la gran perdida de peso que eh exprimentado por el tratamiento, y tu preocupación fue mucho mas evidente cuando empezaste a insistir que comiera y que no esperara a tu llegaras del trabajo, y si por alguna razón me negaba isitia en llevarme a comer a un restaurante.
Esos gestos me dejaron de parecerme romanticos por que sabia, que te estabas empezando a dar cuenta de que las cosas no hiban bien, sabias que algo me pasaba, asi como sabias que no tenia nada que ver con la comida.
Me empece a preocupar más, esa noche se habia convertido en la primer grieta que dejaría expuesta mis mentiras, no queria que te enteraras o al menos, no aún.
POSD: No permitas que el brillo de tus ojos, desaparesca al verme.
Miércoles por la tarde, me encuentro en la cocina, son al rededor de las cinco y media saimón no tarda en llegar y aún no logro decidirme en que preparar para la cena.
Me acerco al refrigerador, lo abro y me quedo un rato observando lo que hay dentro para ver que puedo prepara, Dejo de lado mis dudas cuando siento unos fuerte brazos deslizarse sobre mi cintura, estaba tan apsorta en ver que preparar que no escuche cuando entro .
Trato de girarme para verlo pero, aprieta su agarre en mi cintura, planeo seguir forcejeando pero me detengo en seco cuando ciento sus labios en mi cuello, sin querer un gémido se escapa de mis labios y me avergüenzo al instante, hace ucho que no teniamos, este tipo de contacto, y sentir sus labios sobre mi piel desnuda solo hace que mi cuerpo sea recorrido por millones de escalofrios.
-- Saimón
Lo llamo para que me suelte pero su agarre se mantiene imperturvable, intento escapar otra vez y cuando parece que lo voy a lograr, él me gira y vuelve a juntar nuestros cuerpos .
-- Cariño.
Nuestros rostros quedan tan serca que puedo sentir su aliento mezclarse con el mio, mis mejillas comienzan a acalorarse, claro que no es nuestro primer encuentro pero me resulta inevitable no sonrojarme cada vez que estamos en esta situación.
-- Tengo que hacer la cena.
Trato de alejarme empujando su pecho asía atrás, pero solo consigo que este refuerce su agarre sobre mi cintura, vuelvo mi vista hacia su rostro y me encuentro con su mirada, una mirada que casi nunca miraba, es como si sus ojos fueran consumidos con una chispa, que rapidamente se encendia en una llamarada.
-- Eso puedo esperar.
Termina la oración y acorta la poca distancia que quedaba entre los dos, no hago nada para alejarme pues aun que me avergonzaba un poco, me encantaba el sabor de sus labios, asi que sedo ante su arrebato y nos sumimos en la pasión del momento.