ARLET.
Ese día me encontraba en la cocina, te estaba preparando tu platillo favorito para la cena, ya tenia varios kilos menos debido a la quimio.
Reuerdo que apague la estufa cuando Derrepente empecé a ver todo borroso, la cocina empezó a moverse y de un momento a otro todo estaba oscuro, no se que más paso después.
Cuando desperté estaba en el hospital, con una mascarilla de oxígeno, un aparato en uno de los dedos de mi mano derecha y una aguja en mi brazo izquierdo al parecer con suero, pero lo que llamo mi atención fue tu cabeza recostada en mi regazo, se me partió el alma verte así, durmiendo en una posición tan incomoda, un pitido me hizo apartar la mirada de ti, busqué lo que causaba el pitido dando con un aparato que marcaba los latidos de mi corazón.
De repente lo comprendí todo, ese era uno de mis últimos días contigo, mi tonto cuerpo ya no soportaba más y estaba a punto de ceder le el paso a la muerte pero, aun no estoy lista, no estoy lista para marcharme y dejarte solo.
POSD: No te enseñe a vivir sin mi, pero promete que seguirás viviendo por los dos, disfruta cada estancia por ambos y cuando sea el momento enamorate otra vez.
SAIMÓN.
llegue a casa como de costumbre, lo que llamo mi atención fue que mi pequeña no salio a encontrarme, me preocupe y entre a casa sin quitarme los zapatos un mal presentimiento me empezo a invadir.
Al entrar me fijo en la sala y no hay nadie, me dirijo a la cocina y no veo nada, me dirijo a nuestra habitación, tampoco hay nada, tomo mi teléfono y marco su número, no tardo en escuchar, el ringtone de su teléfono y lo sigo, llego asta la isla de la cocina y encuentro su teléfono doy otro vistazo y no la veo, rodeo la isla y el mundo entero se me biene en cima ahí esta ella tendida en el piso de la cocina.
Me arrodillo rápidamente para alcanzarla, siento la adrenalina recorriendo todo mi cuerpo, la tomo en mis brazos y rápidamente salgo de la casa la monto en los asientos traseros del auto, le pongo el cinturón y sin más me monto al auto, enciendo el carro y empiezo a concudir sin percatarme de nada, no me importa nada más que ella.
Como es posible que me allá confiado tanto, sin tomar encuenta el estado en el que está. Llegamos al hospital y parqueo en auto en cualquier lugar me abajo apresuradamente la saco del auto y corro al hospital al entrar, empiezo a gritar con desesperación.
-- ¡¡AYUDA, NECESITO AYUDA POR FAVOR!!
Todos me voltean a ver y al percatarse de sofi desmayada en mis brazos correr a mi encuentro con una camilla.
-- Que le paso. -- empieza y interrogar una de las doctoras.
-- La encontré desmaya.
-- Ella pádese de algo -- sigue preguntando mientras le toma el pulso a mi pequeña -- señor, señor necesito que me diga si ella padece de algo .
Salgo de mi bloqueo mental y la quedo viendo fijamente, logro reaccionar y le respondo.
-- Ella tiene cáncer de ovario.
-- A urgencias, de inmediato -- grita y me da la impresión de que no logro encontrar su pulso, una presión horrible empieza a hacer acto de precia y me cuesta respirar.
Me llevo una mano Hacia el pecho, y todo mi alrededor comienza a darme vuelta, cada vez se me dificulta más respirar. No, no ella no puede dejarme, aun no puede irse, no estoy listo para dejarla ir, todavia no por.
-- Por favor. -- Me recuesto en una pared y me desliso poco a poco asta sentarm en el suelo.
-- Señor, señor se encuentra bien, Que alguien le traiga un poco de agua y un calmante, señor, debe tranquilizarse, tiene que darnos los datos de la joven.
Esta se queda a mi lado, pasando una mano por mi espalda, se detiene cuando una enfermera llega a nuesro lado con un vaso de agua y una pildora.
-- Señor, necesito que se tome esta pastilla, lo ayuda a tranquilizarse.
Suspendo mi mirda para observarla, y condificultad me tomo la pastilla, no me puedo permitir sumirme en la deseperación mi mujer me necesita, y para eso tengo que estar con la mente fresca.
-- Trate de tranquilizarse, volvere en diez minutos para que me pueda dar sus datos y los de la paciente.
No logro articular ninguna palabras, pero logro asentir con la cabeza, antes sus palabras, ella se levanta y se pierde en los pasillos del inmenso hospital, recorro el lugar con la mirada.
-- Ella odia los hospitales, pero estuvo asistiendo sola a tratamientos.
Hablo para mis adentros al recordad la vez que pesco un resfriado, cuando estabamos en quinto año, recuerdo averme ofrecido a acompañarla al hospital pero ella se nego rotundamente.
''Detesto los hospitales.''
''Por que. ''
''' El hecho de que mueran más personas en un hospital que en cualquier otro lugar es más que suficiente, para detestarlo.''
'' Pero ahi podrian darte medicamente, para que te baje el resfriado. ''
'' No pienso ir. ''
'' Yo te puedo acompañar. ''
'' No hace falta. ''
'' Por favor, no quiero que empeores. ''
'' Ya dije que no ire. ''
'' Bien, pues ire yo. ''
Las lagrimas empiezan a renpapar mis mejillas al recordar ese momento, debi a verme dado cuenta, devi aver preguntado, en el momento en el que te vi tan delgata, soy un estupido, si tan solo hubiera dejado a un lado mi trabajo para prestarte más atencion, quizas esto no habria sucedido, debi a ver estado más pendiete de ti.