Cartas de mí, para mí

VII

Miércoles 3 de abril 

Mi más grande obra: mi proposito de vida, uno maravilloso


Ya quiero que este dolor en el corazón me consuma por completo. Ya no quiero sentir más, ya no quiero causar más caos, ya no quiero más...
Tal vez esta sea la desción mas egoísta, cruel y estúpida que pueda tomar, pero ya no quiero seguir siendo la causa de tantos problemas, ya no quiero seguir existiendo y ocupando un lugar que siento no merecer. 
No quiero nada más, solo pido que en mi último aliento no me reprochen por el acto tan cruel y egoísta que he decidido sea mi más grande obra.


Mi propósito de vida nunca pensé que terminaría siendo el de acabar con la misma.
Encontre un gratificante consuelo, así como un verdadero propósito el dar fin con esta tormenta de desesperación y desilusión. Solo me queda planificar tan importante suceso, debo de ser cuidadosa, tener previsto hasta el más mínimo detalle, no dejar cabida para el arrepentimiento, aunque, creo que esto es difícil de cambiar, ya que cada vez son mayores los motivos que me empujan a dar fin a esta vana vida. 
Creo que nunca había tenido un propósito de vida, algo que me motivará más, que el  que ahora he encontrado en esta fatidica acción y que siento tan mio.

A pesar de ser algo que entraría en lo lamentable y trágico, el combustible que da fuerza a mi deseo es el darle un sentido realmente verdadero a mi existir a través de mi partida, planeo, y sería mi más grande logro y orgullo el poder ayudar a otras personas dándoles algo que les sea util de mi ser fisco, algo, aunque sea un pedacito qué les pueda servir para su bien. Creo que esto le daría un propósito a mi vida, el que aunque ya no esté, haya sido yo de ayuda para alguien. 
 

Contradictorio a lo que podría decir la propia naturaleza, mi muerte podrá servir para algo, tendrá un significado pero sobre todo, un maravillosos propósito. Al efectuar este dramático acto podré lograr hacer más el bien por los demás, que el que hubiera logrado hacer durante toda mi vida. 
Abre matado dos pájaros de un tiro. 

Como si el caos y la vida se entrelazaran, para que pueda dejar de hacer el mal debo de sacrificar lo más preciado que tengo, para así lograr hacer un bien genuino para todos. 

Los monstruos también podemos hacer algo bueno, aunque tengamos una apariencia y actitud horrible, podemos hacer los sacrificios más grandes e inimaginables para poder demostrar nuestro amor por los que nos importan. 
Aun si esto significa el no volver a verlos jamás.




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