Cartas de un demente

Capítulo 3

15 minutos más tarde salí hacia la banca que le había comentado a Stone y allí estaba ella sentada de espaldas mirando hacia la nada.

-¿Pensando en la miseria de la vida detective?

Le dije con tono burlón.

-Corríjase Fred su vida es una miseria- dijo ella remarcando mucho la su.

-El hecho de que este en este lugar no quiere decir que mi vida sea miserable.

-¿Y por qué mato a las personas de ese edificio?

-Sus vidas eran miserables, al igual que la suya; les hice un favor.

-¿Cómo sabe usted que sus vidas eran miserables?

-Creí que venía a hacer su trabajo detective.

-Eso hago Fred.

-Usted divaga mucho en lo obvio.

-Si estuviera en su mente Fred le juro que no le molestara con mis preguntas.

-Lástima que no pueda tener una mente tan brillante como la mía.

Permanecimos en silencio mirando la fuente hasta que ella rompió el silencio.

-¿Que sabe de Liza?

-Era su hija de 17 años, estaba terminando la preparatoria muy entusiasmada dispuesta a estudiar diseño grafico en la universidad de Londres, era muy estudiosa, mejor dicho toda una cerebrito, pero, eso no le impedía tener una gran cantidad de admiradores.

Ella me miro sorprendida y yo seguí mirando un punto fijo mientras seguía respondiendo su pregunta.

Tenía una relación muy cercana a usted y quería vivir sola a partir de los 18 para sentirse independizada, salía de fiesta muy frecuentemente los viernes.

-¿Cómo sabe todo eso?

Sentí como su voz salía entrecortada y dolida pero seguí hablando porque si mate a esas personas ¿Por qué sentir pena por esta mujer? No había razón alguna.

-Yo lo sé todo detective.

-Tú la mataste ¿Cierto?

Seguía mirando la nada con una sonrisa siniestra en mi rostro y recordaba como ella fue la única víctima que no rogo por su vida eso me hizo enojar.

-Tal vez.

-¿Por qué? ¿Qué le hizo mi Liza?

-Eso tendrá que averiguarlo Stone, solo tengo por decirle que su pequeña Liza era muy valiente y por eso ya no está con nosotros, una lástima.

En este nivel la detective ya estaba hecha trozos y una lagrima se escapo de sus ojos, yo la mire de reojo sin sentir el más mínimo remordimiento en mis palabras, solo me levante de la banca y me dirigí a mi habitación, esa habitación solitaria y sombría.

 

 

 



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En el texto hay: asesinato misterio suspenso

Editado: 23.11.2019

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