-Fabiel Montero.
Fred ahora llamado Fabiel se quedo callado unos minutos y luego abrió la boca.
-¿Cómo se entero de eso?
-Tus huellas Fred o ¿Fabiel?
-Todo eso es parte de mi tesoro agente, todo.
-¿Por qué no me cuenta de sus preciados tesoros?
Fabiel sonrió de forma maliciosa y siniestra y respondió.
-Porque son mis tesoros Ana.
-Son tesoros que me interesa conocer.
-¿Por qué?
-Son parte de la investigación.
-Le diré porque quiere saber de mis tesoros.
-A ver, cuénteme.
-Es por Liza, usted está siendo atormentada, sabe que la mate pero no tiene pruebas en mi contra, por lo tanto nadie le creería si me acusa, por el hecho de que estoy en este manicomio.
-Si soy capaz de saber que usted es Fabiel Montero y no Fred Willars, seré capaz de encontrar esos escritos y pruebas de que usted mato a mi hija y sabré donde está la pequeña hija de los Woods, Marie.
-¿Cómo esta tan segura de que no mate a Marie?
-Su cuerpo nunca fue hallado.
-¿Y si lo lleve a donde no lo encuentren?
-¿Ella es otro de sus tesoros?
-Puede ser.
-Es usted un enfermo.
-Un enfermo, desgenerado, psicópata, demente, desquiciado, me lo dicen a menudo.
Pov. Fabiel Montero.
Fabiel caminaba de forma desesperada de un lado a otro en su habitación mientras hablaba consigo mismo.
-¿Cómo rayos seguiré ocultando quién soy? ¿Cómo ocultare mi pasado? ¿Y si encuentra mis tesoros?
Se tiraba del cabello con frustración y dio un golpe a la pared mientras lanzaba un grito y tiraba la almohada de forma brusca.
-Fred, ¿Qué paso aquí? ¿Qué le paso a tu mano?
-No es nada, Helen.
-A ver, niño déjame curarte esas heridas en lo que me cuentas que te altera tanto.
-Es todo esto Helen me tiene estresado.
-Has hecho mucho mal pequeñín.
-Lo sé.
-Como te he dicho, todo estará bien pequeño
-Eso espero.
Pov. Ana Stone.
Tenía buen rato en la oficina mirando el expediente de Fred ahora con el nombre Fabiel, supongo que como todo asesino cambio su nombre para no ser encontrado al menos eso creo, tal vez por eso cometía tantos asesinatos y no era encontrado, por eso no teníamos rastros del asesino, nunca hubo un Fred Willars, sino un Fabiel Montero, el caso es de donde saco Fred su nombre, todo tiene un porqué y debo saber cuál fue el porqué de su demencia, el porqué de esos escritos sin revelar, el porqué la poca piedad hacia las personas, el porqué mato Fred a mi hija millones de preguntas rodaban en mi cabeza, esto es más confuso de lo que era antes, mi única alternativa eran los escritos, los escritos tan mencionados pero nunca descubiertos.