Cartas de un demente

Capítulo 19

Segunda Carta.

25/Diciembre/1970

Fabiel Montero.      

Jugaba en mi habitación con mis juguetes nuevos de navidad, eran las 9:00 PM y esperaba que mi madre me llamara como todas las noches a cenar.

Pero esta noche no era así, no escuche el típico grito de mi madre “hijito ven a cenar” o el típico regaño de mi padre “Fabiel bajas o te castigare”, esa noche todo estaba silencioso.

Deje mis juguetes a un lado y cuidadosamente abrí la puerta, asome la cabeza y seguía todo en silencio, hasta que…

-Por favor llévate lo que quieras pero no nos hagas daño, piensa en Fabiel, tu sobrino.

-Me importa un carajo ese estorbo.

-Víctor ya basta, te lo ruego.

-Yo siempre estuve enamorado de ti Rose, yo era quien te rogaba y ahora estas de rodillas frente a mí.

Miraba atónito la escena, el tenia mis padres amarrados a las sillas del comedor, pero me lleve un susto al momento que…

-¡AAAAAAAAAAAH!

Acababa de arrancarle una uña a mi madre.

-¡MALDITO! Suéltala.

Mi padre hacia el intento de desatarse de la silla pero el arranco otra uña de mi madre sin piedad alguna.

-¡AAAAAH! ¡YA BASTA!

-Hare que pagues por tu maldito desprecio Rose, sentirás todo lo que yo sentí, te arrepentirás de haberte casado con este baboso.

-¡BASTA YA VICTOR!

Veía la escena no quería meterme allí, mi madre gemía del dolor, mi padre trataba de desatarse y este hombre solo reía ante la escena.

-Pasemos a la fase 2.

-¿De qué demonios estás hablando?

-Tu muerte hermanito, tu muerte.

Tomo a mi padre de la oreja aun amarrado a la silla lo desato y arrojo la silla a algún lugar, al voltearse vio que estaba allí presenciando tal atrocidad, mi padre me pedía que me fuera pero, mis piernas no respondían estaba en shock.

-Fabiel, vete arriba.

-Hmm un espectador, esto se pone mejor.

Mi padre se levanto y trato de golpearlo pero él fue más rápido y lo tomo del brazo.

-¿Intentabas hacer algo hermanito? Eso no es de niños buenos.

Negaba con la cabeza fingiendo decepción y en un abrir y cerrar de ojos.

-¡AAAAAAAH! ¡MIERDA!

-Eso es para que no te escapes y dejes que tu hijito presencie la linda escena, iré por su madre.

-A ELLA NO LA TOQUES.

Pero ya era muy tarde el tiro a mi madre al suelo y yo reaccione, tomo un jarrón y se lo lance pero él logro esquivarlo.

-Igual de estúpido que tu padre.

Y estampo su mano en mi cara.

-¡DESGRACIADO!

-¡DEJA A MI HIJO EN PAZ!

Yo solo lloraba, sin cesar de repente el dejo de verme se dio la vuelta y volvió hacia mi madre, empezó a golpearla, mi padre gritaba con todas sus fuerzas y yo solo lloraba sin parar viendo como él empezó a desgarrarle la blusa a mi madre.

-Serás mía Rose.

-¡INFELIZ!

-¡MAMI! ¡YA DEJALA! ¡PAPI DILE QUE PARE! ¡PAPII!

Y así presencie la violación a mi madre, violación hecha por mi propio tío, el hermano de mi padre, sangre de su sangre.

-Ha sido un placer Rose, pero, debo matarte.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Y la mato, corto su cuello con una navaja, luego miro a mi padre destrozado e igual lo mato, prosiguió a mirarme, yo lo miraba fijamente, asustado, en un estado lamentable, con un ojo morado y con lagrimas.

-A ti no te hare nada, en un par de años lo vas a superar pequeño.

Todo paso en un abrir y cerrar de ojos, desde ese día, desde el día en que la policía cerró el caso de mis padres, jure burlarme de ellos, vengarme del mundo, por arrebatarme todo, todo lo que tenía en la vida, mi tío se equivoco yo nunca supere el asesinato de mis padres, eso ya es parte de toda mi vida.

Empieza el juego y yo soy el que pone las reglas.

Desde ahora… Fred Willars.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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En el texto hay: asesinato misterio suspenso

Editado: 23.11.2019

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