Decimo segunda Carta.
02/Septiembre/1978.
Pilar Garrelson.
Empecé a investigar más a fondo acerca de Bob, sus debilidades, sus fortalezas, lo seguía a donde iba, sabia con quien hablaba, con quien salía, que hacía, cuando lo hacía y por qué lo hacía.
Hasta que di con su esposa: Pilar Garrelson, una mujer de muy buen cuerpo, esbelta pero con una fuerte cantidad de curvas, su pelo era de un color dorado y caía en ondas hasta llegar a su voluptuoso trasero, tenia ojos pequeños y de color verde, unos labios carnosos y una tez ligeramente bronceada, el sueño de cualquier hombre así que se me ocurrió una gran idea.
Fui a esas zonas ocultas de la ciudad en donde indicaba la dirección IP del narco más peligroso en la ciudad de Dallas.
-¿Usted quién es?
-Fred Willars, Señor Bennett.
-¿Cómo logro llegar a mi?
-He rastreado su dirección IP, aparte de que vengo a proponerle un trato, le conviene más a usted que a mí.
-Total, si haces algo que me perjudique te puedo matar, ¿Qué quieres?
-Pues hay una mujer, es preciosa y yo le protegeré su ubicación, a cambio de que la tome como su mujer.
-¿Quieres que tome una de esas zorras como mi mujer? ¿Por qué? Debe haber un motivo y debe ser muy bueno.
-Pues, es la esposa de un hipócrita que se robo mi trabajo y con eso gano el empleo que quería, quiero el puesto y vengarme, el primer paso es que sufra por esa.
-No tomo a cualquier mujer, pero me parece justo, aparte de que si no me sirve, la mando a mi prostíbulo en Cancún.
-Es una mujer muy guapa…
¿A que no adivinas que paso con la pobre Pilar?, resulta que a Bennett le gusto y pues la tomo como mujer, meses después me llamo para decirme que ella había intentado escaparse y que la mato, le di la grandiosa idea de que la tirara en frente de su casa, estuvo de acuerdo y bueno ahora, seguimos manteniendo contacto, tanta es la confianza que me agarro que incluso me ha pedido que trabaje con él, pero, #13 Nada de jefes, eres tu propio jefe.
-Empieza el juego Bob, la primera perjudicada fue Pilar, ahora sigues tú.