Trigésima Carta.
06/Abril/1989.
Un plan mal ejecutado
Cuando llegue a mi trabajo aquel día, mi jefe me esperaba en la oficina junto a Melody. Melody era una chica de nuevo ingreso en la empresa, la cual estaba ocupando mi puesto de trabajo anterior.
-¿Señor Stevens?
-Buenos días Fred, lo lamento mucho pero debo revisa tu computador
-Pero claro señor, ¿Puedo preguntar por qué?
-La señorita lo acusa de estar sacando dinero de la empresa
-Pero yo no manejo los gastos
-Pero tienes experiencia como hacker Fred, lo lamento pero debemos proceder
-Hágalo, no tengo nada que ocultar- el señor Stevens reviso mi computador, al no encontrar nada miro con desagrado a Melody y ambos esperábamos una respuesta
-Seguro se ha de haber dado cuenta que vendríamos señor, la carpeta puede estar oculta
-Señor, discúlpeme pero sería algo estúpido tener registros de ese tipo de robos en el computador de la empresa, mucho más fácil seria tenerlo en una USB, claro no lo tenía en el computador a menos que quiera inculpar a alguien o que sea la que administra los ingresos y salidas y no veo a la señorita Villalobos acusándome- ambos miramos a Melody- revisare las cámaras de seguridad- sabia que ella había borrado todo rastro de que estuviera ahí, pero, por Dios soy Fred Willars en este momento- Aparentemente querías tapar tus fechorías pero no lo hiciste bien Melody.
-Estas despedida Melody- eso fue lo último que le escuche decir a mi jefe antes de sacarla literalmente a patadas de la empresa- lamento mucho esto Fred
-No hay inconveniente Señor- pero eso no quería decir que para Melody las cosas serian igual