Trigésima Séptima Carta.
04/Noviembre/1994.
No quieras conocer a la verdadera jefa.
Verónica Hooke, mi nueva jefa en el trabajo le había comprado la empresa a mi antiguo jefe, lo que no me esperaba es que se fuera a enamorar de mí.
Simplemente un día llego, se presentó como la nueva jefa y empezó a dar órdenes y poner, quitar, subir y bajar los puestos, Verónica era una mujer astuta, de una personalidad fuerte, era segura y siempre sabia lo que hacía; le gustaba tener el control de la situación y le gusto que yo también fuera así, hasta que la rete.
-Señor Willars, me habían comentado que era usted una persona incontrolable, no podía creerlo hasta que lo comprobé con mis propios ojos.
-Me alegra que se acabe de dar cuenta que no hay un solo jefe.
-En realidad existen varios, pero, solo uno es el que tiene todo el control, no quiera conocer a la verdadera jefa señor Willars, puede lamentarlo.
Ella no era menos de ahí…