Luna hoy te escribo para contarte una extraña travesía, sabes Luna, a pesar de lo difícil que es para mí entender las cosas quiero saber ¿Que es la verdadera bondad? Y la idea de que quizá comprendo lo que es no me deja satisfecho y quiero que me digas, luna ¿Acaso hay bondad en todos? ¿Es parte de nuestra naturaleza o es selectiva? ¿Y pierde importancia para los demás que está siendo olvidada?
Hoy en un día tormentoso me senté en la ventana contemplando la lluvia que caía a cántaros y el andar de todos escapando de está, todo estaba tan lleno de tranquilidad que parecía efímera, pero en medio de mi relajación algo llamó fuertemente mi atención, afuera en la ventana había un pequeño gorrión asustado intentando, a mis ojos, inútilmente de volar, estaba tan mojado que sus alas parecían pesadas y a pesar de la vista de todos ni siquiera yo me moví por varios minutos.
Lo observé por un tiempo y sintiendo pena por aquel pequeño gorrión salí de mi comodidad para intentar ayudarlo, a pesar de la fuerte lluvia el frío y algunas miradas extrañadas de los otros no me importo más que traerlo conmigo, pero ante la duda de mis acciones el gorrión se negó a acompañarme e intentando por varios minutos logré llevarlo adentro; al principio su mirada desconfiada se clavó en mí y en cada uno de mis movimientos, no podía culpar al gorrión de su desconfianza, pero de cierta manera me molestaba que dudara de quién lo había ayudado.
Pasaron algunas horas y envuelto en una manta el gorrión pareció haber entrado en calor y olvidar la lluvia, aunque me era difícil acercarme sin que fijará sus enormes y temerosos ojos en mí de alguna forma llegó a acostumbrarse y con el tiempo hasta aceptarme cerca de él. La tormenta pasó sin que notará en qué momento y agradeciendo mi pequeño gesto mirando por la ventana supe era hora de que se marchará y extendiendo sus alas se fue.
Sabes Luna, me sentí feliz de haber podido ayudar a aquel gorrión, ahora cada vez que veo en la ventana esté viene a hablar conmigo y contarme las cosas que hizo y la ayuda que dio, dime luna, ¿Acaso aquella acción gentil inspiró al gorrión a hacer lo mismo? ¿O era solo que ambos teníamos la misma convicción pese a ser diferentes? ¿Fui realmente amable o era que buscaba otra cosa? Luna, ¿Qué hubiera pasado de haber ignorado al gorrión? ¿Habría dejado de ayudar a los demás como me relata o aún lo haría a pesar de lo que pasó?
Dime Luna ¿Todos poseen esa bondad? ¿porque la evaden de su naturaleza? ¿Es que el peso de la mirada de los otros es más fuerte que el deseo de ayudar? O sintiéndose como un gorrión olvidado por todos piensan que no vale la pena; Sea lo que sea Luna, estoy feliz de lo que hice y, sobre todo, sé que no cambiaría está agradable sensación que recorre mi alma, ahora solo espero los valientes relatos de aquel gorrión, parece que al igual que yo, aquel gorrión alentó a otros por la misma pequeña acción, espero que algún día puedas verlo Luna, por ahora me despido.