Cartas de un mentiroso enamorado

Parte seis

Sé que llevamos poco tiempo de tratarnos; imagínate, es menos de un año, ¡y ya te quiero tanto! No puedo entender cómo ha ocurrido todo esto en mi corazón. Cómo es que tú te has convertido en el amor de mi vida en tan poco tiempo.

¿Qué te parece mi mentira tan hermosa? Que te quiero tanto por solo unos meses que nos conocemos. Apoco no es de admirarse mi gran capacidad para engatusarte. Sí, debes estar sorprendida por eso.

La carta continúa:

Y creo que eso lo puedo explicar: Tú eres la niña más preciosa que mis ojos han visto (Esto me recuerda al principio) en toda mi vida. Tienes una cara linda y unos ojos hermosos. Pero lo que más me gusta de ti es tu forma de ser. Eres tan linda conmigo, tan sincera. Cuando hablo contigo me pasa algo muy especial: mi corazón, atolondrado e ingenuo, comienza a latir más fuerte de lo normal. No sé si también a ti te suceda. Y late más todavía cuando te acercas a mí. Sentirte tan cerca me estremece y siento que me voy a desmayar. Estar al lado de una chica como tú causa eso y mucho más.

Sabes algo, si yo fuera mujer y un muchacho me escribiera una carta así, yo me enamoro de él. ¿Apoco no te vas a enamorar de mí con todo lo que te he dicho hasta ahorita? Soy el joven con el corazón más tierno que has conocido. Eso piensas ahora seguramente, y yo también lo pensaría si no fuera más listo que tú. Pero me conozco niña, y sería burlarme de ti si no te explico en esta carta todo lo que te dije en la otra. Tú mereces conocerme como realmente soy, no solo mi apariencia, no solo mis engaños y mis mentiras. Tú eres más vulnerable que yo. La presa es más vulnerable, por eso es la presa; el depredador es más fuerte, por eso puede atrapar a la presa.

Si yo no fuera más inteligente que tú y no supiera tus debilidades, no podría atraparte. Pero he estudiado a mis presas. He tenido muchas y hablar con ellas me ha permitido conocerlas. Así, poder engañar a las más frágiles, cándidas. Las ingenuas que apenas entran a este mundo de la cacería. Ellas están ahí, esperando en su celular un mensaje del cazador, sin imaginar que él está preparando el ataque para que ellas un día lleguen a ser su alimento. No quiero que olvides esto. Ahora te he revelado que soy un cazador y que no me tentaré el corazón para dañarte. Te lo he revelado para que al saberlo sepas actuar con cautela, y si me rechazas, cuando llegue otro depredador puedas saber detectarlo y también saber cómo defenderte.

Pongo a tu alcance todo este conocimiento, para que no caigas nunca. Tú como persona, como mujer, vales más, mucho más de lo que alguien como yo te pueda decir. Tu valor es incalculable. Y no debes caer ante unos cuantos sonidos que salen por la boca, se crearon en la garganta y tuvieron su origen en una mente sucia y perversa que busca solo satisfacer sus propios deseos sexuales.




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