Parte trece

Quiero vivir contigo y morir a tu lado, así los dos viejitos, acariciándonos los rostros y recordando el noviazgo tan hermoso que tuvimos cuando éramos jovencitos. Recordando que cuando te mandé esta carta y la leíste, me diste el sí. Porque yo quiero que seamos novios. Quiero presumirle a todos que mi novia es la más hermosa de todas. Dedicarle las más dulces melodías para que ella esté siempre enamorada de mí.

O sea, que esté atontada por mí.

Realmente tengo grandes planes para nosotros dos. Hasta me quiero casar contigo y que estemos viejitos algún día y acariciarnos y recordar que me diste el sí. En realidad quiero que me des el sí. Lo de viejitos eso quién sabe. Quiero que me digas que sí quieres ser mi novia, porque es cierto, te voy a presumir ante mis cuatachones que ya eres mi novia. Es decir, si ya eres mi novia entonces eso significa que ya nos podemos besar, toquetear, hasta más.

Si yo intento el manoseo y no te dejas, pensaré que eres una apretada y una amargada. Ya pues, lo diré: Nosotros los chicos que tenemos novias o queremos novias, casi la mayoría del tiempo traemos en nuestra mente una sola cosa: SEXO. Sí, queremos tener sexo con ellas.  Y es algo muy normal hoy en día. Todas las parejas de novios, o en su mayoría, lo practican. ¿Qué tiene de malo? Nada. Claro que no tiene nada de malo. Eso es lo que te voy a decir. Por supuesto que te lo voy a decir, si es lo que quiero de ti. Te diré que me importas tú y tus sentimientos y bla, bla, bla. Pero en realidad, lo que principalmente quiero de ti es tu cuerpo. ¿No han bastado las canciones para que lo entiendas? ¿No he sido claro con las canciones que te he dedicado? Tu cuerpo, tu cuerpo, ¡eso quiero! En otras palabras: sexo, sexo, sexo: eso quiero. Lo siento, es la verdad.

¿Y para qué quiero eso? Obviamente para presumir que ya no soy virgen. ¿A quién le importa la virginidad del hombre o de la mujer hoy en día? Eso es cosa de tontos que no saben lo que es bueno. A mí como joven me gusta tener relaciones con las chicas y entre más tenga mejor. Dicen que es importante cuidarse y no sé qué más cosas. Y me cuido. Pero nunca te dicen que el hacer algo así es algo muy especial para ustedes las chicas y la verdad es que eso es lo que menos me importa. Solo quiero placer, venga de la chica que venga. Sé que se escucha cruel, niña, pero es la verdad.

De hecho, ya te lo comenté, cuando logre obtener eso de ti, ¿qué crees? Tu valor disminuirá. Pienso: “Al fin atrapé a esta pobre, la hice mía. Ya la probé y me gustó, pero también quiero probar otras. Así como cayó está, así también van a caer otras más. Qué me cuesta ilusionarlas y llevarlas y traerlas al cielo en un cohete espacial imaginario. Las chicas son tan crédulas que todo lo que les diga uno piensan que es verdad, aunque el día de mañana despierten de su sueño llorando, descubriendo que solo estuvimos jugando con ellas y que ahora lo estamos haciendo con otras”. Lo más puro que ustedes tienen es su castidad. Y si un chico como yo logra derribar sus muros y entrar al corazón de su pureza, ya no son más que ropas usadas, que se pueden volver a utilizar, pero el valor que tenías se ha perdido, simplemente por haber confiado en un tipo que solo busca eso de ustedes.

¿Quieres saber, niña, cuando un hombre no busca eso de ustedes? Cuando este hombre, joven, o muchacho les dice que está dispuesto a esperarlas a que terminen sus estudios porque ellos están interesados en una joven preparada, aplicada, decente, que quiera algo serio con él. Que la invita a salir y cuando salen nunca intenta tomarla de las manos, sino que busca verlas siempre a los ojos y ser sincero con ellas. No trata de besarlas para sentir bonito, sino que les dice que sueña con una esposa hermosa, linda, que lo ame y esté siempre con él para apoyarlo. Esta clase de chicos busca algo serio.

Aquel que se esfuerza por estudiar, por prepararse para enfrentar la vida con educación, con valor. Que respeta a Dios y lo obedece. Que es responsable y sincero. Que no finge ser algo que no es. Que apoya a una muchacha para que sea obediente a sus padres y nunca la invita a mentirles, al contrario, ese joven trata de conocer a tus papás, de hablar con ellos para invitarte a salir. Como podrás darte cuenta, yo nunca he hecho algo así, por lo mismo, no soy el muchacho que busca algo serio contigo, solo deseo jugar con tus sentimientos, divertirme un rato contigo y después, botarte.