Muchas gracias por haber llegado hasta el final. Para concluir esta carta quisiera que pensaras en lo siguiente:
“Ñaaa. Ñaa. Ñaa”.
Es el llanto de un bebé. El llanto ininterrumpido cada noche y cada mañana. ¿Tú quisieras ya oírlo a tu corta y joven edad? Piénsalo bien, piénsalo muy bien.
Mira, en pocas palabras, los hombres solo buscan autocomplacerse. Las mujeres quieren sentir emociones, sentir bonito, vivir sus sentimientos a toda máquina. Eso no es malo, de hecho es muy bonito, pero no es el tiempo, tu juventud no es el tiempo para hacerlo, al menos no de manera irresponsable.
Ahora, mira con atención a ese galanazo que te anda pretendiendo. Analízalo bien, fíjate si es sincero, respetuoso, si tiene un vocabulario decente; o si, por el contrario, es grosero, agresivo y violento. Obsérvalo bien y valora si te conviene alguien así o no.
Tal vez contigo él actúa diferente. Pero créeme, una vez que haya obtenido lo que quiere de ti te desechará como lo ha hecho con otras. Él te miente para obtener lo que quiere. Tú eres especial, pero él no sabe valorarte. No te respeta, por el contrario, te ofende, te toquetea, te trata como un objeto sexual, te manosea y se burla de ti nada más.
Es difícil aceptar esto, pero es la pura verdad y lo sabes. Así como lo hace contigo lo ha hecho con otras. Un hombre solo vale la pena cuando su actitud comienza a cambiar sin que hayas tenido que darle nada a cambio para que lo haga. Si no cambia en estas condiciones, entonces ojo, solo quiere tu cuerpo para aprovecharse de ti. Solo quiere usarte, burlarse de tu inteligencia y de tus sentimientos.
Esta historia se ha repetido muchas veces. Las muchachas son engañadas por tipos que solo buscan divertirse con ellas. Juegan con ellas un buen rato y una vez que las han insultado, cuando ellos han logrado su placer sexual a costa del cuerpo de ellas, las botan, las dejan solas, la abandonan sufriendo y llorando.
Si estás en una relación así, huye, estás a tiempo de evitarte un sufrimiento espantoso. Estás a buen tiempo de salvarte. Observa bien cómo es ese chico, mira cómo actúa, no solo contigo, sino también con los demás. Fíjate si actúa con bondad o con maldad. Mira bien, pues tú vales mucho, no te dejes engañar. Un hombre que fuma, toma cerveza, dice groserías, es irrespetuoso y pleitista, no vale ninguna de tus lágrimas. Tampoco tú te mereces alguien así en tu vida.
Te repito, esta historia se ha repetido muchas veces. Las muchachas son asediadas por patanes, hombres irresponsables, irrespetuosos, groseros, agresivos y violentos. Solo que la chica no se da cuenta o cree que con ella será diferente. Luego cae en las redes de él, él comienza a hablarle bonito, fingiendo cariño, pero solo es por un tiempo, ya sean días o meses, mientras obtiene de ella placer, que es lo que busca a fin de cuentas.
Mientras lo consigue, abusa de los buenos sentimientos de ella y de su buen corazón. Porque las mujeres son más sinceras y se entregan de todo corazón en una relación. Pero los hombres –aunque no todos, hay bastantes chicos buenos y sinceros- son unos aprovechados y abusivos.
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Editado: 17.01.2019