Cartas de un mentiroso enamorado

Partes dos

Explícame preciosa niña, ¿qué me has hecho? Creo que me has hechizado con tus ojos, pues no dejo de pensar en ellos. Cuando me miras no sé qué me pasa, creo que me debilitas, eres como una droga para mí.

Tenerte cerca me convierte en tu sirviente y estoy dispuesto a hacer lo que tú me pidas. Soy tu esclavo, tu prisionero, lo que tú me mandes, eso haré. Desde que te vi me cautivaste y mi corazón solo late por ti. Eres mi diosa, mi reina, mi lucero. Tú me diriges, y puedes hacer conmigo cuanto quieras, porque ya no me pertenezco, ya tengo quien me mande, y esa eres tú.

Yo no quiero salir con nadie que no seas tú. Solo espero con ansias el momento en que aceptes la invitación para salir conmigo a comer sushi, tacos, comida china, ir al cine o por un helado. Tú me has puesto de pretexto que no te dejan tus papás, pero que sí te gustaría ir algún día. Entonces, si tú también quieres estar conmigo como yo contigo, salgamos juntos; no sé, un día de estos escápate conmigo, vamos a algún lugar los dos, solos, sin moscas ni chaperones. Si aceptas, en lugar de ir a la escuela, paso por ti temprano y nos escapamos juntos a otro lugar.

Te prometo que será maravilloso y que nunca lo olvidarás. Sé que no está bien que te diga que faltes a la escuela, pero solo será una vez y nadie tendrá por qué saberlo. Imagínate, tú y yo solos, a comer juntos, a platicar, a estar un tiempo uno con el otro. Vamos a donde tú quieras. Ya te dije, soy tu esclavo, no lo olvides. Aunque soy mayor que tú, no puedo negar que me controlas y estoy a tu disposición para lo que me pidas.

A veces se me hace eterno esperar a que salgas de la escuela para verte. O a que respondas los mensajes que te mando por el whatsapp. Suspiro y suspiro y tú tardas tanto, pero debo ser paciente, estoy dispuesto a esperarte. Cuanto sea necesario, porque para mí lo eres todo.

Si tú no estuvieras, mi vida no valdría nada. Si no te tengo, soy como una hormiga obrera sin su reina, como una ardilla sin su bellota, una estrella sin su luz, un gallo sin sus plumas o un zancudo sin sus alas; simplemente sin ti, todo me falta.




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