Talves fue suerte esa noche, te hable de tantas cosas que ni yo sabía si era real, el zombie bajo tu cama no se si existe en verdad, de las nubes yo te hablé, tu llanto por primera vez escuché, aventuras en un hospital, raras anécdotas y sustos a tus oídos logre llevar, tu risa se hizo notar y allí me enamore un poco más, dime si puedo borrar tus ojeras, pequeña Norela, tus ojos café quiero hacer brillar, tu cabello corto y tus rizos acariciar, sentir las mechas rojas de tu fleco en mis mejillas, mejillas que solo tú logras sonrojar, quiero buscarte donde sea aun que me duela pequeña Norela, ahora se que solo existo por ti, déjame enseñarte qué podemos encontrar, incluso al mundo entero insultar, acercate más y antes de morir, enséñame a izar la vela, pequeña Norela.
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