Juno no entiende nada. Y yo, no sé a título de qué es mi compañera de cuarto? - Think for Yourself – Piensa por ti mismo. -
Juno no entiende nada. Y yo, no sé a título de qué es mi compañera de cuarto? - Think for Yourself – Piensa por ti mismo. -
Nadie con un poder tal podría controlar las eras, ni el tiempo. ¡¿Cómo es posible?!
- ¡Bien! ¿Cuál es la tarea?
- Vigilar a éste hombre – Y le muestran una foto –
- ¡¡Diablos!! ¿Qué le paso en el rostro?
- De nacimiento.
- Mmmm..es horrendo. No hay problema. Será pan comido.
Los Agentes Biff y Grey se miran sin decir nada.
Habían tenido una plática sobre ello con su jefe. El director Geremy Clark. -
- Es increíble. Es solo un simple ser humano como nosotros, y sin querer, ni darse cuenta, salta en el tiempo de un mundo a otro como si su cuerpo lo llevará a ello.
- Hay que vigilarlo bien. – Puede sin querer hacer estragos. A decir verdad, cuida que no haga estupideces.
- No las ha hecho desde que era un bebe sin darse por enterado, no creo que las haga ahora.
- Solo denle la orden a la cabo Abida de que no destroce todo sin darse cuenta. Ese tipo va pasado de un universo a otro, y de un tiempo a otro. Las personas ni se dan cuenta que vive allí, allá, y dónde sea. Pero la información que poseemos es muy confusa. Incluso es como si las huellas se borraran cuando todo regresa a la normalidad. Hemos tenido que trabajar escribiendo memos e informes, pero se modifican por cuestiones extrañas.
- Lo más raro es que puede ver el tiempo desde el pasado que existió o no existirá y el futuro que veo y puede cambiarse.
- ¿En que estaban pensando cuando crearon algo así?
- ¿Yo que sé? Seguro estaban ebrios. ¡Va! ¿Fue creado no?
- ¡Así dicen por la orden! Y luego por algún motivo desapareció.
- Mmmmm.
- Hagan bien el trabajo y punto – Ordena el director
Ambos recordaban los mandatos y debían impartirle las directivas como compañeros a Juno
- Juno te vas a encargar de custodiarlo
- ¿Pero por qué yo? – Me decía. Es claro que me estaban escondiendo información. -
- Porque sí. Aparte tienes varias infracciones. Y lo peor de todo es que la orden está conspirando con saber de ese sujeto.
- Bien vayamos al objetivo. ¿Qué lo hace tan importante?
- Mmmm…tiene una cierta anomalía, digamos de tiempo que es un tanto peligrosa
- ¿Ja? ¿Peligrosa? …y
- Y solo eso…
- ¿Y si se enteran que existe? Porque cuando alguien tiene una anomalía la orden se aproxima.
- ¡Lo van a querer usar!
- No lo creo. –
- Piensa por ti mismo. Es determinante que si lo harán. -
- Juno, con más razón deber ir a vigilarlo. Tienes que cambiar su modo de vida, y vigilarlo. Es muy probable que la orden lo quiera para ellos.
- Bueno, no sería tan complicado. ¿Pero por qué lo querrían?
Todos se miraron sin decir nada al respecto
- Para nada, no tenemos demasiada información sobre ese tal Cristo Laplace, solo tienes que llegar a su vida y decirle que eres su compañera que alquila una habitación y si tienes que hacer algo más como intimar cariñosamente con él,….. ¡¡Hazlo!!!
Juno escupió toda la bebida que estaba sorbiendo en el rostro de Taranis Grey. Éste se limpió con un trapo que encontró allí.
- Supongo que es un sí lo de encariñarse, ¿No?
- ¡Claro que no! ¡No me voy hacer pasar por cariñosa, ni nada de ese monstruo!
- ¡Oye! ¡No seas idiota! Es tu trabajo.
- ¡¡Maldita sea!! ¡¡Olvídalo!!
- ¿Cómo haremos?
- Tiene una casa grande, pero con dificultades para mantenerla. – Es un escritor pobre
- ¿Y si..acaso hay escritores ricos?
- Lo hay en menor medida. La cuestión es que le vendría bien alquilarle una habitación a una dama bella que hasta podría..
- ¡¡Ya te dije que lo olvides!!! – Refunfuña con cierta histeria. -
Ella se retiró de los aposentos de los estrados reinales
- ¿Vas a ir a controlar a un sujeto desconocido que viene de no sé dónde?
- No me hagas bromas. Ya tengo bastante con ello.
- Bueno – Puedes verlo por el lado de que podrás limpiar tu legajo y luego puedes irte con Martins. Muy lejos..diosa del tiempo y el espacio.
- Deja de decir tonterías.
- ¡¿Cómo es el humano?
- –¡Iuf! Es horrendo. – Ella le muestra otra fotografía - Tiene una cicatriz roja y perdió un ojo en un accidente de nacimiento. ¿De dónde pudo haber salido?
- No seas tan malvada. Pobre hombre. Pero presiento que tiene un lado tierno. Aun así me cuesta creer que tenga alguna anomalía detectada por los del reino.
- Aparentemente lo quiere la orden.
- La competencia siempre presente en querer todo para ellos.
- Este mundo es una eterna competencia para ver quien maneja los hilos. Bueno Sylvine, es mejor que me retiré para conocer a ese homínido indeseable.
- ¡Malvada! No te vayas a enamorar.
- Olvídalo, mis ojos son para Martins.
El tiempo pasa volando, pero no para algunos que pueden resistirlo. Aunque, tiene algún precio. Juno desciende al hogar del sujeto X. Cristopher Laplace, o mejor dicho Cristo Laplace. A quien le adjudican una cierta anomalía que reside en su cicatriz del ojo derecho que no tiene y que fuera extirpado.
- ¡¡Puf!! – ¡Rayos! – llegué a tiempo – Es una pocilga. ¡¿Qué éste hombre es un pobretón?!
Tenía una casa rustica. Heredada por lo que leí en el informe.
- Maldición aun recuerdo que me vió desnuda en el lago del cerro. Nadie llega allí. – Esa mirada lasciva. ¡¡Diablos!! ¡¡Maldito inferior!! - Pero bien, meterme en sus sueños y alterarlos fue fácil. Es parte de las nuevas invenciones. Afortunadamente, fue una pesadilla recurrente de él que pudimos localizar con el equipo de investigación. Esto de competir con la orden se ha hecho moneda corriente. Y tengo que encima cumplir la condena.