¿Otra carta?
Andrew, Andrew, Andrew
¿Por qué eres tan idiota?
La verdad siempre ha estado frente a ti ¿Acaso no te das cuenta?
En el fondo tú sabes quién es, solo que no lo quieres aceptar.
No cierres los ojos, que estarías perdiendo tu oportunidad.
Pd: Tú sabes quién soy.
Arrugo las cejas al volver a leer la nueva carta que apenas llegó hoy por la mañana. Y solo una persona podría llamarme de esa manera.
¿Por qué lo hace tan complicado?
Le envío un texto preguntándole si puedo verla ya que sigue enojada conmigo. Una nueva notificación aparece en la pantalla del móvil y enseguida voy a buscarla.
...
Hago mi pedido en el fast food en el que Ash trabaja mientras espero que se desocupe. Su castaño cabello rizado aparece en mi campo de visión, la saludo y la invito a sentarse en mi mesa. Soy directo.
— ¿Eres tú, verdad?
— ¿Qué?
— Lo de las cartas. Lo he pillado. Tú eres la única que pondría mi nombre 3 veces, lo repetías de pequeña.
— Andrew, no sé de qué me hablas.
— De la carta que me llegó hoy, ¿Para qué negarlo?
— Eres un idiota. Vete.
— Ash, sé que esto te pueda resultar difícil e incómodo. Yo solo quería agradecer...
— Oye, ya te dije que no soy yo. No me hagas enojar.
— Pero.
— ¡Vete!
Me muestra su mirada llena de frustración por lo que opto irme aún más confundido. ¿No es ella?
— ¡Andrew! — detengo mis pasos y me vuelvo para mirarla. Se acerca a mi — Si fui yo.
Me quedo totalmente perplejo.
Me siento extraño confirmar que le gusto a mi amiga de la infancia cuando mis sentimientos son similares a cuando se quiere a un familiar.
— Ash, yo... Esto debe ser difícil para ti.
— Espera. Antes de que me rechaces, voy a aclararte algo — toma una respiración profunda y sonríe al verme— solo la última carta es mía. Y tú no me gustas. Además, estoy saliendo con Max, tu mejor amigo. ¿Sorprendido?
Sacudo la cabeza, atónito.
— Ahora entiendo muchas cosas. Pero, ¿Quién está escribiendo entonces?
— Andrew, deja a la autora de las cartas, ya es hora de dar el primer paso ¿no lo crees?
— Tal vez tengas razón.
— Claro que la tengo.
Esbozo una sonrisa al mirarla.
— ¡Qué alivio qué no fuiste tú, uff!
— ¡Qué bobo!
Antes de dormir, medito en lo que Ash me dijo hace unas horas. De inmediato, tengo algo en mente así que tomo el bolígrafo y me pongo en marcha.