16 de febrero, de 2021
Padre, ha pasado un mes y no te escribí, lo lamento.
Ha sido un mes muy intenso para todos, un mes donde por fin puedo decirte que se hizo justicia, que tu partida no quedó impune, que la culpable del dolor más grande que nos causaron, por fin pagó.
El juicio contra la señorita James, comenzó la segunda semana de enero; los medios se volvieron locos literalmente, acampaban fuera de los tribunales día y noche. Las calles se llenaban de ciudadanos, esperando justicia.
Cada paso que dábamos, era grabado y exhibido, éramos seguidos a cualquier lugar, vigilados incluso desde nuestro hogar.
Nunca había estado en un juicio, pero puedo decirte que pese al escándalo que se formó, adentro todo era calma; se presentó el caso, se presentaron las grabaciones como prueba en contra de la señorita James y esta última pasó al estrado a dar su testimonio.
Era escuchada atentamente, la fiscalia le cuestiono, su silencio y huida durante estos dos años, a lo que ella respondió de la misma forma que lo hizo conmigo; culpa y miedo.
Relató todo lo que hizo, ese día de tu muerte, cada detalle lo expuso, cada lugar que visitó y cada movimiento que dio, hasta llegada la noche, que se encontró contigo.
Al terminar su testimonio, volvió a su puesto junto al abogado que se le asigno, como Theo pidió. Luego testificaron John, mamá y la abuela, narraron lo que paso ese sábado y cuales fueron sus interacciones contigo.
Luego fue el turno de Theo, le pidieron que testificara lo que habíamos hecho, el día que conocimos a Ophelia James; luego de Theo fue el turno de Kalet, quien viajo en un viaje express hacia Londres.
Era el segundo día cuando Theo y Kalet testificaron, cuando llegó mi turno estamos en el tercer día de Juicio.
Me pidieron relatar lo que había hecho, el día de tu muerte, comencé a hablar mientras procuraba mantener la calma. Luchaba con todas mis fuerzas. Luego relate nuestro día en Berfill, Francia; cuando conocí a Ophelia.
Me preguntaron sobre nuestro primer encuentro, donde no pude omitir la crisis que ella sufrió, debido a su estado de ebriedad. También tuve que hablar sobre lo que conversamos en la estación de policías en Marsella.
Al final del día, la jueza le preguntó si se declaraba culpable o inocente, pese a saber la respuesta, contuve la respiración, hasta que ella finalmente habló y se declaró culpable.
No se como describir lo que sucedió después, fue otro momento de los hermanos McNamara; uno a uno en fila, fuimos abandonando la sala, sin decir palabra alguna, sin mirar a nadie a la cara, en silencio caminamos hacia la salida.
"Liam, Henry, Elle y Theo, los hijos del rey han dejado la corte, tras la confesión de Ophelia James" fue el titular del periódico esa mañana, donde también pasaban un video de los cuatro caminando hacia la camioneta y dejando el lugar.
Los siguientes días, se especuló bastante sobre el juicio y la sentencia de James. Mamá declaró en una conferencia ese mismo día, que se respetará la privacidad de la madre e hijas de Ophelia, las cuales nos enteramos se mudaron, a Berlín luego del escándalo.
Los periodistas no abandonaron la entrada, ni salida del palacio, esperando por nosotros, esperando por una entrevista que nunca llegó, ni llegaría.
Debido a mi estado de salud, la abuela convenció al parlamento que me diera más tiempo, ya que mi decisión podría verse muy precipitada.
Y mi respuesta será conocida hoy, luego de tomar una decisión igual de difícil y dolorosa.
Está es la última carta que te escribo padre, no me despido de ti, pues siempre estarás conmigo, aquí en mi corazón y cuidandome desde el cielo, tus palabras siguen latentes en mi mente y las llevaré siempre conmigo a cada paso que de.
Ha sido un viaje largo, escribirte y contarte cada detalle de mi vida sin ti, ha sido como un salvavidas, que obtuve en medio de la tormenta.
Te extraño y te extrañare hasta el último día, de mi vida. Pero hoy decido soltarte, dejarte ir, no sin antes decirte que te amo, que fuiste y siempre seras un gran padre para mi y mis hermanos.
Gracias por cada enseñanza, por el amor incondicional que nos tuviste y por ser nuestro ángel con alas, en el cielo.
Gracias por mostrarme lo fuerte que soy, y sacar una Elle, que no sabia que habitaba en mi.
Sigue cuidando de la portería, arriba entre las nubes y cada vez que las mire sabré que tu estaras ahí, en un nuevo partido.
Elle McNamara 💙
♤♤♤
Cierro el cuaderno y fijo la vista en la ventana, guardo mi mayor tesoro en mi escritorio y me quedo aqui sentada, observando mi habitación y sintiendome triste, pero al mismo tiempo feliz.
Dejar de escribir fue una decisión difícil, pero también se que he escrito todo lo que podía y más, que le he contado al cielo, toda mi vida en doce cartas.
Y aunque esta sea la última, aún no le he terminado de escribir pues faltan un nos párrafos más que contar y saber, que camino tomaré.
Seguiré contando mi historia, pero ahora papá sólo la observará y espero que, este feliz y orgulloso con cada paso y decisión que tome de ahora en adelante.
Me pongo de pie, tomo mi teléfono y mi bolso pequeño, para después abandonar mi habitación.
Cierro la puerta y me giro para encontrarme con una grata y agradable sorpresa.
—¿Isella? —Me sonríe y se gira hacia mí —¿qué haces aquí? Pensé que estabas en Escocia.
Se ríe —Escocia es linda, no lo niego pero, tenía que regresar mi sobrina me necesitaba.