Segunda respuesta a “Un pájaro sin alas”

“Quítate el complejo de teniente que el amor sin libertad dura lo que un estornudo.”

-RICARDO ARJONA

Segunda respuesta a “Un pájaro sin alas”

Escrito por (Michelle A Vilain)

Moscú, Rusia 14 de febrero de 2020.

Patrick, años sin saber de ti, años sin verte. Debes ser todo un hombre maduro, con hijos y una vida. La tragedia que nos truncó nuestro planeado destino nos dejó cicatrices imborrables a los tres, mira cuantos años pasaron para que respondieras mis constantes súplicas de saber de ti.

Me dejaste sola extrañándote. ¿Sabes? Me escapé de mi cárcel, volé, no tenía alas y me las dibujé. Todo este tiempo mi hermana se había llevado a la tumba un secreto que me hizo odiarla más de lo que ya acostumbraba a odiarla.

Yo nunca estuve enferma, te quería para ella sola. Tantos años aquí encerrada, sufriendo, anhelando amar y ser amada, tanto tiempo confundiendo una leucemia con un virus que mi super dotada y mentirosa  hermana inventó ¿y todo para qué? Para tenerte a ti, fingió tan bien que le dolía mi supuesto virus, para terminar muerta por su propia mentira.

Algo en mí corazón me decía que yo tenía una cura y terminé descubriendo que nunca estuve enferma más que de leucemia, esa Lorey jugó con mi ignorancia acerca de la ciencia, aprovechó TODO A SU FAVOR. Escuché a los guardias a los que solíamos hacer bromas, los escuché hablar una noche acerca de mí, acerca de la muerte de Lorey y todo lo que pagó para mantenerme en mi prisión.

¿Sabes por qué murió? Tratando de crear realmente el virus que me mataría. No sé qué sentir ¿Qué sentirías tú si te enteras de que sufriste en vano? ¿Si te enteras de que vilmente fuiste engañada y encarcelada por tu propia sangre?

Yo los amaba a ambos, eran mis personas favoritas. Ambos me defraudaron, fue muy fácil para ti irte y hasta me pedirme que muera. Cambié de opinión Patrick, no vayas a su tumba a decirle nada yo vomité en ella hace 3 años.

Yo era una fosa en la que se acumulaba rencor tras rencor, odio tras odio. Finalmente dejé atrás eso, eso no me aportaba nada. Caí en cuenta de que nadie jamás intento ayudarme y también me di cuenta de que, si no me ayudaba yo, nadie nunca lo haría…

Entonces te perdoné, la perdoné y mandé todo al diablo. Tengo mucha vida por delante, mucho que conocer. Estoy bien, perdí el cabello en las quimioterapias pero ya está largo y fuerte. Tu carta la reservé para leerla en mi mejor momento, porque conociéndome en el pasado, sabía que te guardaría más rencor. Hoy siendo una nueva mujer, me niego a guardar algún tipo de rabia hacia nadie, lo único que conservo de la vieja yo es mi amor por ti.

Sólo quiero decirte que VIVO, QUE VUELO. Aún te amo pero no te necesito para respirar.

Adiós, soy yo quien te libera, porque alguien que si me ama de verdad me ayudó a ser libre, ese alguien soy yo.

Milena, el pájaro en libertad.