Acá estoy frente a usted, esperando como el viñedo a la lluvia.
Su voz entra por mis oídos como un hechizo, me atrapa y solo puedo esperar a que me posea.
Sus manos acarician mi piel, su respiración en mi cuello y un susurro en mi oído que dice "eres mía", me enciende, me excita y es verdad, soy suya, yo le pertenezco.
Me despoja de la ropa, sus manos acarician mi piel desnuda, mi ser tiembla y mi entrepierna se humedece, me tumbo en la cama, dispuesta, como flor en primavera, mi piel se eriza y estoy ansiosa por usted.
Le tomo del cabello para acercarlo a mi y le digo "acá estoy, tómeme", mis piernas se abren y mis labios sienten espasmos, él me mira, se saborea. Toca mis pechos empinados, es un placer ser suya, es un placer pertenecerle.
Se acerca, me ata las manos, me venda los ojos y me hala el cabello; le entrego mis gemidos, mis orgasmos, cada palmeteo, cada azote me transporta, cada
envestida me lleva al cielo.
Llena mi cavidad mientras grito su nombre pidiendo más, me satisface.
Yo le pertenezco, este cuerpo es más suyo que mío.
Katharina