Cartas que nunca envié

Capítulo 14 - Final

Me tomó años entenderlo.
Días de llanto silencioso,
noches hablándole a Dios como quien habla con un padre que sí escucha,
caminatas largas con la mirada hacia el suelo y el corazón hacia el cielo.

Me tomó perder a gente que pensé que se quedaría.
Me tomó sentirme sola, inútil, invisible.
Me tomó pensar que no valía nada si no me amaban.
Que sin él, sin ellos, sin un trabajo, sin un plan,
yo era nadie.

Pero estaba equivocada.

No me falta nadie.

No necesito que me escojan para saber que tengo valor.
No necesito que me digan “eres suficiente” para creerlo.
No necesito una relación para sentirme completa.
No necesito tenerlo todo resuelto para caminar con dignidad.

Me tengo a mí.
Y tengo a Dios.

Y eso basta.

Hoy no estoy rota.
Estoy reconstruida.

Hoy no me callo.
Escribo.
Canto.
Lloro sin esconderme.
Y río aunque nadie me entienda.

Hoy no suplico amor.
Porque entendí que quien no sabe quedarse,
no merece el lugar que me costó sanar.

Hoy no espero un mensaje que no llega.
Hoy me escribo yo.
Me hablo con ternura.
Me abrazo.
Me agradezco.

No me interesa ser la mujer perfecta.
Ni tener una vida de revista.
Ni encajar en las expectativas de nadie.

Quiero ser libre.
Ligera.
Real.
Quiero caminar con mis heridas abiertas al sol
porque ya no me dan vergüenza.

Sobreviví.
Y eso me hace poderosa.

A todas las que leen esto:
Sí, tú.
La que se sintió invisible.
La que fue silenciada.
La que se preguntó si algún día todo esto iba a mejorar…

Te lo juro: sí mejora.
No porque alguien venga a salvarte,
sino porque tú vas a levantarte.

Vas a decir basta.
Vas a cerrar ciclos.
Vas a soltar lo que pesa
y vas a caminar más liviana.

No necesitas demostrarle nada a nadie.
No necesitas una pareja para sentirte valiosa.
No necesitas esperar más.

Ya es tu momento.

Este no es un final triste.
Este es el comienzo de tu libertad.
Porque el amor más importante
es el que nace dentro de ti
y te susurra:

“Lo lograste. Estás viva.
Ahora ve,
y vuélvete todo lo que soñaste ser.”

Nunca más te calles.
Nunca más te arrastres.
Nunca más pidas permiso para existir.

Levanta la cabeza.
Siente el viento.
Mira hacia el cielo
y di en voz alta:

No me falta nadie.
Me tengo a mí.
Y eso, por fin, es suficiente.

Holis chicas, les gustaría que extendiera un poco más el poemario? Que no terminara en el capítulo 14?

Espero su respuestas

Y me alegro que les esté gustando ❤️☺️




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.