> Querida tú:
¿Sabes cuántas cosas nos guardamos?
Palabras que nunca dijimos. Lágrimas que nos tragamos. Abrazos que no pedimos por miedo a incomodar.
Quizá tú también tienes cartas que jamás escribiste. Quizá las fuiste doblando en pequeños rincones de tu pecho, con la esperanza de que algún día se olvidaran solas.
Pero no desaparecen.
Por eso hoy estoy aquí: para escribirlas por ti. Para que las leas cuando nadie más parezca entenderte. Para que recuerdes que no estás sola, que hay alguien —aunque desconocido— que ha sentido lo mismo.
Este libro no pretende salvarte. No tiene soluciones mágicas.
Solo quiere acompañarte mientras encuentras tu propia luz.
Que estas páginas sean tus madrugadas más sinceras, tus confesiones a escondidas, tus lágrimas más limpias.
Porque a veces todo lo que necesitamos es que alguien nos mire a los ojos, aunque sea desde un papel, y nos diga: yo también estuve ahí… y sobreviví.
Con todo lo que soy,
Alguien que también tembló.