Querida tú:
Hoy escribo para ti que has amado hasta sentir que el corazón se te desbordaba.
Para ti que te entregaste por completo, sin reservas, sin miedo, creyendo que ese amor era suficiente para sostenerlo todo.
Para ti que cuidaste, que escuchaste, que estuviste incluso cuando no había nadie más.
Para ti que, aun sabiendo que podrías salir herida, saltaste igual.
Porque amar siempre es un acto de valentía.
Y sí… también sé lo que es ver cómo algo que parecía eterno termina en tus manos hecho pedazos.
Sé lo que es sentir que el aire se vuelve denso y que el silencio pesa tanto como una montaña.
Sé lo que es mirar atrás una y otra vez, buscándote en los recuerdos y preguntándote qué hiciste mal, en qué momento se rompió todo, si acaso hubo algo que pudiste hacer diferente.
Déjame decirte algo que a mí me tomó demasiado tiempo entender: cuando alguien se va, no siempre es porque tú fallaste.
A veces las personas simplemente no saben quedarse.
A veces no están listas para recibir todo lo que ofreces.
Y eso no dice nada de tu valor. No disminuye la fuerza de tu amor ni tu capacidad de volver a amar.
Nadie —escúchame bien— nadie puede quitarte lo hermoso de haber amado.
Porque aunque duela, el amor que diste te pertenece.
Está en ti.
Y si alguna vez alguien fue incapaz de verlo, eso habla más de sus heridas que de las tuyas.
Así que llora lo que tengas que llorar. No te culpes por sentir. No te avergüences por haber apostado por alguien que no supo cuidar de ti.
Amar nunca es un error.
Es prueba de que todavía tienes esperanza, de que tu corazón sigue latiendo.
Y cuando llegue el momento, cuando tus lágrimas se sequen y tus manos se abran otra vez, descubrirás que aún eres capaz de volver a creer, a reír, a sentir.
Gracias por atreverte a amar, aunque doliera.
Gracias por recordarnos que hay personas que todavía creen en el amor, incluso cuando otros lo olvidan.
Aquí estoy, para recordarte que tu capacidad de amar es tu mayor fortaleza, no tu debilidad.
Con ternura y orgullo,
Alguien que también amó y perdió, pero nunca dejó de creer.
---
🌟 Pequeños pasos cuando pierdes a alguien
💔 Llora. Siéntate con tu tristeza y no la apresures. Cada lágrima es un paso hacia tu sanación.
💔 Escribe en una hoja: “Hice lo mejor que pude con lo que sabía y tenía en ese momento”.
💔 Habla con alguien en quien confíes sobre lo que sientes. No tienes que cargarlo sola.
💔 Repite: “Mi amor no fue en vano. Mi amor siempre valdrá”.
💔 Cuando te sientas lista, guarda una pequeña carta de despedida para esa persona, aunque no la envíes.