Cometí nuevamente el mismo error contigo ilusionarme...
Caía lentamente en tus palabras, tus escritos, tu voz....
Fue muy tarde cuando me di cuenta que esa historia no era para mí.
Me siento tan ridícula aún mendigando migajas de tu amor.
Pero es mi culpa, más que tuya, debo aprender a no confiar en nada de lo que salga de tu boca cuando se trata de sentimientos de amor por mi.
Ya nunca me amarás como yo a ti y desearlo solo hace la agonía más eterna.
Atte.
La ilusa