Al escribir, me desnudo,
expongo mi alma, sin defensas ni muros.
Mi corazón late en cada línea,
mi vulnerabilidad, a la vista de todos.
Cada palabra, un pedazo de mí,
un fragmento de mi ser, expuesto al mundo.
Mi miedo, mi dolor, mi alegría,
todo queda escrito, sin poder ocultarlo.
Me siento desnuda, sin armadura,
mi alma al descubierto, sin protección.
Pero en esta vulnerabilidad, encuentro libertad,
la libertad de ser yo misma, sin máscaras ni pretextos.
Al escribir, me libero,
dejo ir mis miedos, mis dudas, mis temores.
Y aunque me siento vulnerable,
me siento viva.