"No te vi venir, no te esperaba,
eras solo un rostro en la multitud.
No te sentí cerca, no te escuché,
pero poco a poco, comenzaste a hablar.
Me contaste historias, me mostraste sonrisas,
me hiciste reír, me hiciste sentir.
Comencé a verte, a escucharte, a sentirte,
y me di cuenta de que eras más de lo que imaginaba.
Eras un libro con páginas sin leer,
un cuadro con colores sin descubrir.
Eras un secreto que se iba revelando,
un misterio que se iba desvelando.
Me enamoré de tu sonrisa, de tu risa,
de tu forma de ver el mundo, de tu forma de amar.
Me enamoré de ti, sin darme cuenta,
sin saber que estabas allí, esperándome.
Ahora te veo, te escucho, te siento,
y me doy cuenta de que eres el que yo necesitaba.