2:45 p.m.
Normalmente la mamá de Mia iba por ella en carro hasta la escuela pero ese día Mia decidió irse a casa caminando.
Su casa queda a menos de 20 minutos de la escuela caminando. Ella iba siguiendo el camino muy normal y antes de que llegara al parque que está a una cuadra de la escuela alguien la había rebasado hasta quedar un par de metros en frente de ella, Mia no le tomó mucha importancia a eso, hasta que se dio cuenta que la persona que la había rebasado era Félix, al principio no supo que era él, pero después se dio cuenta que era el por su guitarra.
Mia pensó que Félix tampoco se había dado cuenta de que era ella, porque la rebaso como si no la conociera, ni siquiera la volteó a ver, pero decidió acercarse a él.
-¡Félix!- exclamó Mia.
Félix volteó la vista hacia atrás…
-Demonios Mia no te vi, perdón soy muy distraído.
-¿Hacia dónde vas?
-Voy a mi casa ¿y tú?
-También…
-¿Apoco vives por aquí? yo siempre me vengo caminando por aquí y nunca te había visto por estos rumbos.
-Es que normalmente mi mamá viene por mí en carro a la escuela pero hoy decidí irme a casa caminando.
-Ya veo.
…
-No tengo nada que hacer llegando a mi casa, ¿Crees que es buena idea perder el tiempo en el parque?- dijo Félix sacando su teléfono del bolsillo de su pantalón negro.
-Pues… si ¿Por qué no?
-¿Te gustaría perder el tiempo conmigo?
Mia soltó una risita discreta, para después contestar que sí.
Félix y Mia caminaron juntos hasta el parque, buscaron donde sentarse, cuando encontraron el lugar perfecto se pusieron a platicar un rato.
-Le tengo un amor odio a tu cabello, Félix- comentó Mia de repente.
-¿Por qué?- preguntó Félix.
-Porque tienes mejor cabello que yo, ve tu cabello, te llega al cuello y no se ve maltratado, es decir ve el mío.- dijo Mia mientras le acariciaba su cabello.
Félix solo miro a Mia y después dijo…
-Tengo que decirte algo... Creo que me gustas...es confuso- Félix se tapó la cara con ambas manos un poco avergonzado.
Mia se acercó más a él y le aparto rápidamente las manos de la cara.
-Dilo de nuevo Félix.
-No, mejor… ¿Te puedo besar?- lo dijo con un tono un poco sarcástico.
-No te creo capaz de hacerlo…
-¿Me estás retando Mia?
Ella se encogió de hombros junto con una sonrisa un tanto torcida, se sentía un poco nerviosa.
Obviamente al ver este gesto Félix no se lo pensó dos veces y la beso.
-Me tengo que ir casa- dijo Mia separándose de Félix.
-¿Estabas pensando en volver a casa justo cuando nos estábamos besando?- dijo con una sonrisa.
-No exactamente, ve ya está oscureciendo… mi mamá me matará si llego más tarde.
-Tienes razón…
-Bueno yo voy hacia la izquierda.
-Yo voy más adelante y luego a la derecha.
-Genial, nos vemos mañana- y le dió un beso en la mejilla.
Cada quien iba a su respectiva casa, tan solo pasaron 15 segundos cuando Mia se dio cuenta que se había olvidado algo.
-¡Félix! – exclamo Mia.
Félix se detuvo en seco.
-¿Qué pasa?
Mia corrió hasta el, y cuando estuvo en frente de él le agarro con cariño la cara con ambas manos y lo miro un par de segundos a los ojos para después darle un tierno beso.
-Se me olvido despedirme bien de ti- dijo Mia con una sonrisa.
Félix no dijo nada solo la abrazó.
-Nos vemos Mia.