Casa del terror

Capitulo 2

¡Santo Dios! Con horror me gire poco a poco para ver de quién provenía la voz. Al girarme vi a un chico de cabello negro, piel pálida y una mirada tan frívola.

-¿Se puede saber que coño hacen aquí? - dio un paso hacia nosotras y yo (por instinto) di un paso hacia atrás, Mila por el contrario extendió la mano.

-Mucho gusto - sonrió - Soy Mila Ehann y ella es Isabelle Hilal - me señalo

El joven se dedicó a observarnos de pies a cabeza poniendo especial énfasis en nuestros disfraces.

Lo mire mejor y me di cuenta que llevaba un disfraz de vampiro.

-Sabia que intentaría entrar alguien - espeto - Charlotte, - una joven de cabello negro, con piel pálida y unos ojos tan fríos entro en la sala - Supervisen que nadie más entre - le ordeno

-Claro - la chica asintió

-Y denles una habitación a estás chicas, pero no dejen que salgan - desapareció

No podía ser esto cierto, era imposible. ¿En qué carajos nos habíamos metido?.

La chica se nos acercó y nos guío a una habitación, al entrar lo que me llamo la atención fueron las cortinas desparradas, las ventanas rotas, las mesitas de noches ya viejas y desgastadas, pero las camas impecables.

-Tienen prohibido salir, o intentar salir - Charlotte nos dedicó una mirada de rencor - No saben en lo que se metieron. El ahorita parece amable, pero si intentan escapar, cuando ustedes mismas quisieron entrar - se levantó la manga del brazo derecho y dejo ver piel desgarrada y quemada. - Esto es lo que les hará. Por el simple hecho de que entraron, ahora están obligadas a quedarse aquí, si no, les hará esto o peor aún las matara. Por cierto - dio un paso atrás - Su nombre es Nassem, el jamás se los dirá. Ah, y una cosa más, no piensen que ese traje de vampiro es solo eso, por qué no lo es, el realmente es un vampiro, claro está que no siempre usa ese traje, solo lo usa en día de muertos o Halloween. - salió de la habitación y yo me volví hacia Mila

-¡¿Contenta?! - Espete furiosa

-Calmate - extendió las manos en el aire

-¡No me pidas que me calme! - Di un paso en su dirección - Nos tienen atrapadas solo por qué tu querías venir.

-Tu también accediste - discutió

-¡Por que no tenía opción! - me pase las manos por el pelo frustrada

-Si que la tenías - se levantó de su cama también furiosa - Podías haber elegido quedarte, pero no, accediste a venir como un corderito

-De una u otra manera habrías logrado que aceptará ¿Crees que no te conozco? - me senté en la orilla de la que ahora sería mi cama

No respondió, en su lugar salió de la habitación, no me moleste en seguirla. Me levanté de la cama y abrí el armario con la esperanza de encontrar algo de ropa. Valla sorpresa que me lleve al ver qué había ropa de satín de pijama y vestidos sencillos con estilo de la edad media.

Tomé una pijama roja y me puse la bata. Me acerque a la ventana rota y vi la ciudad, desde aquí todo se veia perfectamente. Era una ciudad muy bella y sin embargo, jamás podría regresar.

La puerta se abrió y entro el joven que ahora sabía que se llamaba Nassem. Miro a su alrededor

-¿Dónde está la otra chica? - se acercó y me agarró el cuello con su mano.

-No se...- intenté safarme de su agarre, pero solo conseguí que fuera más fuerte.

Me miró fijamente y luego me soltó, caí de rodillas y me lleve las manos al cuello. Salió de la habitación y a los pocos minutos entro jalando a Mila del brazo. Quise defenderla pero... Viendo como me había agarrado el cuello decidí quedarme en mi lugar.

-Escuchenme bien - nos señalo a las dos en cuanto soltó a Mila - No solo tienen prohibido salir de la mansión si no que también tienen prohibido salir de la habitación, por el momento. - aclaro - Me imagino que Charlotte ya les explico cómo funciona esto ¿No?

Asentimos lentamente

-Genial, quiero que les quede claro que en el momento que entraron a esta casa perdieron su libertad. Ahora no son más que esclavas

-¡No puedes privarnos de nuestra libertad! - salte pero con una mirada hizo que agachara la cara.

-Si lo tengo, lo tengo desde que entraron.

-Yo ni siquiera quería venir, solo lo hice porque Mila quería - aclare y el sonrió con suspicacia

-Creo que Charlotte no les explico ese punto, pero no pasa nada, yo se los explico - se sentó a mi lado y yo me aleje - Que bueno que me dices que todo fue idea de tu amiga, por qué cuando es así, yo prefiero no solo esclavizar a las personas que se adentraron, también me encanta matar a los que convencieron a otros de hacer lo que no querían.

Dios mío, no, esa no era mi intención.

-¡Por favor no la mate! - suplique y vi la cara de temor de Mila

-Esa descicion es mía - se puso de pie y yo me puse enfrente de Mila. - Aléjate - ordeno y yo negué con la cabeza.

Me empujó y caí al suelo

-Se lo suplico - me inque - No la mate

Pareció dudar un momento pero al final decidio no matarla.

-Si vuelves a obligarla a hacer algo, ahí si te matare -salio y yo me puse a temblar del pánico

Me levanté del suelo y me metí dentro de la cama, aun temblando.




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