Nerina, Charlotte y yo nos reunimos en la sala del primer piso al rededor de las tres de la mañana. Habíamos acordado reunirnos y explorar cada rincón de esa mansión para encontrar al demonio, enfrentarlo y obligar a la mujer a aparecerce. Esa noche empezaríamos en el cuarto piso (donde encontramos a Evania), a la siguiente en el quinto piso, que era el último, en la tercer noche iríamos al segundo piso, luego al tercero y al último al primer piso, seguiríamos ese orden para evitar advertir a la mujer y el demonio.
-¿Listas? - Pregunto Charlotte y tanto Nerina como yo asentimos - Recuerden, no se separen.
Avanzamos a las escaleras y subimos a huertadillas para evitar levantar a alguien.
Al llegar al cuarto piso las tres tomamos nuestras linternas y entramos al cuarto en el que habíamos encontrado a Evania muerta, alumbramos el espacio y tal como esperábamos encontramos su cuerpo tirado y destrozado, no entendía como alguien era capaz de dejar así un cuerpo.
-Es tan inhumano - escupió Charlotte con furia mientras alumbrabamos el cuerpo.
-Ni que lo digas, la única ventaja es que podemos estudiar las heridas y hacernos una idea de a qué nos estamos enfrentando - Nerina torció el gesto.
Las tres acomodamos las lámparas de manera que alumbrará el cuerpo para estudiarlo. Charlotte se dedicó a estudiar las apuñaladas, Nerina los rasguños y yo los desgarres. Observe un desgarre con detenimiento y note que parecía que les enterraban garras y tiraban de la piel. Lo que no entendía era porque no había gritado.
-Parce que el demonio tiene garras y se las entierra a las víctimas para luego tirar de su piel hasta que ya no puede más, y se va a otra zona. - explique.
-Tiene sentido - admitió Nerina - Eso explica los rasguños, parece que igual entierra las garras, pero en vez de tirar, las va arrastrando por la piel.
-Y ni hablar de las apuñaladas - añadió Charlotte - Son calculadas para que no sean letales, pero para que si sean dolorosas. Pero...- observo el cuerpo -Ni los desgarres, ni los rasguños, ni las apuñaladas son letales...¿Entonces que las mata?
-No lo se - alumbre al resto del cuarto y lo que vi me aterrorizo por completo.
Todas las paredes llenas de sangre, con rasguños y advertencias de muerte.
-Sigamos buscando - Charlotte se puso de pie.
Seguimos buscando en esa misma habitación, no encontramos nada más que sangre y todo destrozado.
-Busquemos en otra habitación - sugirió Nerina después de una hora.
Charlotte y yo asentimos.
Nos dirigimos a la habitación siguiente, donde solo encontramos un cuchillo con sangre sobre una mesita de noche. Durante toda la noche buscamos en todas las habitaciones y cuartos de ese piso. No encontramos nada
-No hay nada, ni un minúsculo rastro del demonio. - Charlotte se pasó las manos por el cabello con frustración.
-Mañana seguirémos buscándo - la consoló Nerina.
-Lo se, pero .e frustra no poder encontrar algo. - la asaltaron las lágrimas.
-Tranquila - le puse una mano sobre el hombro - mejor vamos a dormir.
Asintió y cada una de dirigió a su respectiva habitación. Durante el resto de la noche solo pude dormir dos horas antes de que se escucharán las campanas de Vania y Bler para despertarme.
-Señorita - Bler saco un vestido color verde turquesa con guantes y unas zapatillas plateadas - Es hora de levantarse.
Vania por su parte se dirigió al tocador y saco maquillaje.
-¿De dónde sacan el maquillaje? - pregunte
-El joven Nassem manda a comprar - Vania torció el gesto.
Me levanté y tanto Vania como Bler me ayudaron a vestirme, a peinarme y a maquillarme, cuando acabaron salimos de la habitación y bajamos a la sala de la primera planta, donde ya esperaban Nassem, Charlotte con Estella y Angelina; Nerina con Iris y Keira.
-Ahora que estamos todos - empezó a decir Nassem y Charlotte, Nerina y yo intercambiamos miradas.- Está claro que no podemos huir de esa criatura, así que haremos algo, Charlotte, Isabelle y Nerina, solo podrán salír de sus habitaciones con sus damas y con dos guardias ¿Esta claro? - nos miro una por una.
Queria negarme pero no podía, lo único que podía hacer era asentir igual que Nerina y Charlotte.
-Pues espero que si les quede claro, se pueden ir, Menos tu Isabelle - Espero a que las demás se fueran para acercarse. - ¿Cómo te sientes? - me tomo por la cintura y me acaricio la mejilla.
-Pues...no lo se. Tiene dos días que mi mejor amiga murió, ¿Cómo debería sentirme? Aunque por quién si tienes que preocuparte es por Charlotte, ella también acaba de perder a su amiga.
-Lo se,.pero ahora mismo la que me importa eres tú, Linda - me miró a los ojos y me tomo de la barbilla para darme un beso sutil y dulce.
-¿Por qué Linda? - pregunte
-Es un apodo - me guío a un balcón del segundo piso.
-Pues no lo quiero - me cruce de brazos - De seguro le pones apodos a todas - llegamos al balcón.
-No - negó con la cabeza - Eres la primera a la que le pongo un apodo. La primera y la última
Sentí como me subía el rubor por el cuello y se me posaba en las mejillas