Casada Con Mi Jefe. Saga: New York City N° 1

Capítulo 11

— ¿Que hace esa tipa aquí?— pregunto Amanda entre dientes observando lo mismo que yo.

—Tranquila hija, vamos— respondió Martha.

Nos encaminamos a la mesa tratando de poner nuestras mejores caras. Martha llevaba a Mely así que sujete fuerte mi bolso esperando lo que ocurriría en un momento.

—Buenas noches— Martha saludo a su esposo el cual agarro a mi hija en un instante, y luego saludo a Alexander y a la señorita Keller.

—Alisson tiempo de no verte—le dijo mientras le daba dos besos.

—Lo sé. No he estado en la ciudad, regrese hace dos días y no he podido pasar a saludar.

Me quede un poco rezagada esperando ser presentada

—Hola Alisson— le dijo Amanda con los dientes apretados.

—Amandita que alegría verte— dijo con un tono demasiado exagerado y por la mirada de Amanda... ellas no se llevaban bien.

—Buenas noches— salude primero a Erick.

El conocer a la mujer con la que posiblemente mi futuro esposo me engañe, no era mi idea para terminar el día, pero ¿Quién dice que no lo puedo mejorar?

Como toda persona tengo una vena malvada. Aproveche que Amanda estaba saludando a la señorita Keller así que me acerque a Alexander, me alce en mis zapatos y lo abrace colocando mis brazos alrededor de su cuello dando una linda escena. Me acerque a su oído y le dije.

—Sígueme la corriente.

Me separe un poco, puse mis manos en su cara y lo bese.

No me importó que fuera enfrente de sus padres, le quería demostrar a la señorita Keller que él es ¡Mi Prometido!

Pasado el shok inicial, Alexander correspondió mi beso, coloco una mano en mi espalda y la otra en mi cintura mientras que mis manos, una esta es su cuello manteniéndolo pegado a mí y con la otra lo sostengo del nudo de la corbata.

Cuando creí que ya era suficiente me retiro y un poco y le sonrió.

—Te extrañe cariño— le dije dándole un pico y separándome de su abrazo mientras él sonreía.

Al voltear, veo a Martha y Amanda sonreír orgullosas entendiendo mis actos, a Erick jugando con mi hija y a la señorita Keller lanzarme miradas de muerte.

—Lo siento, no he visto a mi novio en toda la tarde— les dije a modo de disculpas por el pequeño show.

—Parece que no les duro lo de hoy en la mañana— dijo Amanda lanzando una carcajada.

¡Por Dios! Olvide el espectáculo que dimos hoy a su madre y hermana.

Siento mi cara arder y a Alexander agarrarme de la cintura, me apoyo en su pecho ocultando mi cara y el envuelve sus brazos a mi alrededor.

—Déjalo ya Amanda— le dice de manera risueña Alexander a su hermana.

—Lo siento, creo que todavía no tengo el gusto— menciono Alisson mirándome entre los brazos de mi jefe.

El me separo para decirme.

—Mi amor, ella es Alisson Keller una vieja amiga de la universidad. Alisson ella es mi prometida, Paige Evans— le ofrezco mi mano y me la estrecha.

—Un gusto— le digo con una sonrisa aun con Alexander a mi lado.

—Lo mismo digo— respondió en un tono irritado que no logro disimular— bueno fue un gusto verlos a todos, tal vez un día de estos pase a saludar,  y Alexander…espero que podamos salir y ponernos al día— se dio la vuelta para irse,  cuando se detiene y mira a mi prometido— hay que recordar viejos tiempos— y con eso se va.

Sentí a Alexander apretar mi cintura de forma protectora, pero el daño ya estaba hecho; esa mujer quiere "recordar viejos tiempos" y estoy segura que Alexander no se opondrá, me empecé a alejar de el pero me sostuvo con más fuerza impidiendo me alejarme. Él sabía que no lo alejaría montando una escena enfrente de sus padres.

—Que zorra— dijo Amanda en un susurro que todos escuchamos.

—Amanda, cuida el lenguaje—Reprendió Martha.

—Ay mamá, sé que tú piensas lo mismo.

—Eso no importa ahora, mejor tomemos asiento que tengo hambre— dijo Martha.

Durante la cena tratamos de no hablar sobre lo sucedido entre mi jefe y la señorita Keller. Si no fuera tan educada la llamaría igual que lo hizo Amanda.

—Espera a ver el vestido de Paige, es hermoso— Afirmo Amanda mientras le daba de comer a mi hija.

—Ella siempre se ve hermosa— dijo Alexander de forma natural, como si fuera un hecho de conocimiento público.

Yo estaba incrédula ante sus palabras. Pero estaban sus padres frente a nosotros así que solo le sonreí y le di las gracias a lo que él me guiño el ojo.

¡ME GUIÑO EL OJO!

¡Por Dios! Este hombre es guapo pero haciendo eso es malditamente más atractivo. ¿Por qué no podía ser feo y sin dientes?

Me sonroje ante su acción a lo que él solo sonrió, estar de esta forma con él es algo nuevo, su familia es increíble y el actúa como que si yo le importara de verdad.

Actúa.

Esa es la palabra clave en todo esto, él está actuando para su familia. No debo de olvidar eso, si no, puedo pagar un alto precio; trato de mantener el buen ánimo durante la comida, pero en un momento que Alexander trata de tomar mi mano, yo la aparte.



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En el texto hay: matrimonio, romance, amor

Editado: 10.01.2020

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