Casada Con Mi Jefe. Saga: New York City N° 1

Capítulo 23

– ¡Me pueden explicar que carajos está sucediendo aquí!– Alexander no lo podía creer; acaba de llegar a la empresa a recoger a Paige, quería aclarar lo de la pelea de anoche; por ese motivo le mando la flores pero jamás pensó encontrarla abrazada al cartero.

Sentía la rabia recorrer su ser al ver a su esposa con otro; estaba a punto de destrozar la carita de niño bueno de ese idiota, no le importa que sea su empleado.

–Su esposa se sentía mal señor Ambrosetti; yo solo la estaba consolando– dijo Dylan tratando de calmar a su jefe mientras se alejaba de Paige, él podía notar la furia emanar de Alexander y aunque le duela reconocerlo, en una pelea contra su jefe, el saldría perdiendo.

— ¡¿Y quién te crees tú para consolar a mi mujer?! – Alexander se encontraba a dos segundos de soltarle un golpe.

–Soy amigo de su esposa señor, si ella me necesita este seguro que estaré ahí para ella– Dylan no supo de donde llego, solo sintió un fuerte golpe en su quijada antes de caer al suelo y perder la consciencia.

Paige al ver a Alexander golpear a Dylan soltó un pequeño grito; jamás había visto a Alexander así y por alguna razón que él estuviera indignado la enojo más.

– ¡¿Pero qué te crees que haces?! – Paige empujo a Alexander para acercarse a Dylan; pero Alexander supo lo que haría así que la tomo del brazo y la pego a su pecho.

– ¿Qué? ¿Quieres ir a consolar a tu amante? – Le siseo con toda la furia que sentía– tu eres mi esposa...

–Por necesidad Alexander, recuérdalo, esto es solo un trato; además tú mismo fuiste el que dejo en claro que ambos podíamos hacer con nuestra vida sentimental lo que mejor deseáramos.

–Tú me dijiste que el cartero no te interesaba, – Alexander la apretaba contra su cuerpo tratando de hacerla entender, ella no podía estar con nadie más.

–Y no me interesa, solo me estaba consolando como un amigo— le refuto Paige igual de furiosa tratando de salir de su agarre.

– Yo no consuelo así a mis "amigas"— le siseo Alexander.

–No, de eso estoy segura, ayer fui observadora de primera mano de tu forma de relacionarte con tus "amigas"— dijo Paige con la voz rota– Te pedí Alexander que cuando tuvieras tus… encuentros, fueran en lugares privados; pero jamás pensé que meterías a tu amante a nuestra casa– dicho esto lo empujo.

Alexander accedió a soltarla y observó cómo se limpiaba las lágrimas, esto era lo peor que le podría pasar.

Paige vio cuando él y Alisson se estaban besando ¡Demonios!, por eso estaba llorando y el imbécil del cartero consolándola.

¡Era un imbécil! Si su mujer estaba llorando era por su culpa. Había pasado tanto tiempo evitando ponerle nombre a sus sentimientos con Paige que había cometido la estupidez de enrollarse con su Alisson.

Noto como ella se apartaba las lágrimas con molestia y se maldijo por eso. Le dolía verla así; ella no merecía eso…

Alto.

Ella estaba llorando… Y muy molesta.

Si Paige estaba llorando era porque le dolió ver lo que paso ayer, y eso significaría… que ella siente algo por él; tal vez no todo este perdido.

Paige se agacho al lado de Dylan y le examino el golpe.

–Eres un bruto, lo dejaste inconsciente–le recriminó Paige a Alexander.

–Que agradezca que sólo fue eso–Siseo en respuesta sin arrepentirse de lo que había hecho.

–Dylan...Dylan despierta– le decía Paige tratando de hacerlo reaccionar.

El pobre muchacho poco a poco fue regresando en sí, encontrándose con Paige acariciando su cara.

– ¿Paige?–Fue lo primero que dijo– Me duele la cabeza.

–Tranquilo, no te muevas— ella examinó el golpe y la verdad fue muy fuerte, la zona estaba de un rojo muy intenso.

Ella estaba examinando el golpe cuando Olivia entro a la oficina.

– ¡Por Dios! ¿Qué paso?– Olivia no entendía que sucedió ahí, Paige estaba al lado de Dylan y esta yacía acostado en el suelo.

–Olivia, ¿Crees que puedes llevar a Dylan a la enfermería?, diles que le den dos días de incapacidad.

–Claro Paige, no hay problema, pero ¿Que le paso?

–Le pegue por abrazar a mi esposa— Dijo Alexander hablando por primera vez desde que Olivia entro.

– ¿Qué?– Dijo Olivia impresionada, jamás hubiera imaginado que su jefe lograra dejar a alguien inconsciente de un solo golpe.

–Luego te explico, llévalo y encárgate que logre llegar a su casa ¿Si?— le explico Paige.

–No hay problema.

–Yo puedo caminar sólo–dijo Dylan enojado porque lo traten como un niño lastimado.

–Es mejor que te lleve Olivia— Pidió Paige— nosotros debemos irnos pero hablaremos luego – Se levantó del lado del muchacho y agarro su bolso.

–Vámonos— le ordeno a su esposo.

–Necesitamos hablar Paige— afirmo Alexander tomándola de la mano.



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En el texto hay: matrimonio, romance, amor

Editado: 10.01.2020

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