"TORNILLO"
"Perder la cabeza es un defecto de el ser humano".
Adormilada me froto los ojos y miro a mi alrededor, mi visión capta a... Damián arreglandose la corbata con gran habilidad, al parecer tiene prisa por marcharse.
_ Me voy a trabajar, entre más rápido resuelva el problema de la empresa podemos regresar a Nueva York y entonces... podrás recoger las cosas de tú madre... _ siento un dolor en mi pecho insoportable que logro ocultar en mi adormilado rostro _ No te preocupes por Alana ella está bien, mi padre decidió quedarse con ella hasta la tarde, puedes descansar si lo deseas, mañana tendrás que soportar a mi pequeña traviesa.
_ Entonces... nos vemos.... _ dije en un susurro lleno de tristeza, Damián me mira una fracción de segundos en silencio y termina por tomar su saco color vino y cerrar la puerta de la habitación, reconozco que ha intentado sonar más jovial que de costumbre pero... su rostro serio no le ayuda en nada...
Con dolor vuelvo a acostarme en la cama de el hotel, cierro mis ojos y mi mente proyecta el rostro de mi madre.
Duele recordar que mi madre ya no está más en este mundo, reconozco que he llenado mi mente de un sin fin de pensamientos con el único propósito de dejar de pensar en ella pero... es imposible, cada vez que cierro los ojos viene a mi mente su rostro pálido y arrugado a causa de la enfermedad, es como si mi mente se empeñara en recordar a mi mamá y al parecer ya no es sólo mi mente es ahora... el mismo destino.
Quisiera superar su muerte para dejar de sentir este doloroso sentimiento, que aunque logré ocultar... siempre saldrá a relucir cuando mi mente quiera jugar con mis sentimientos, como ahora, como ayer, como todas las noches en las que me he dormido llorando por mi madre.
Hace 14 años.
_ Mamá _ dije mirando a mi madre cocinar.
_ Que sucede cariño _ dijo ella dejando en un plato el cucharón que tenía en mano.
_ Podemos vivir aquí por siempre... _ propuse entusiasta.
_ Sabes que no podremos hacerlo cariño, papá tiene que atender el restaurante y tu vas a la escuela, no podemos dejar la vida que tenemos en los Ángeles.
_ Pero aquí... es hermoso mira los árboles, el jardín, la cocina... aqui mi cuarto es mucho más grande que en el de la casa de los Ángeles _ argumento mirándo a mi madre como lo hacía el protagonista de la novela Caso perdido cuando se encontraba con la testaruda de la protagonista.
_ Lo sé mi cielo pero ya te he explicado que no podemos...
_ No cambiarás de opinión verdad _ dije con notoria desilusión, mi madre nego con la cabeza como respuesta _ Bueno... por lo menos lo intenté _ dije poniéndome de pie mamá me miró al igual que yo a ella, ninguna de las dos dijo palabras alguna y mi madre para cerrar la conversación me dió la espalda.
Con pasos lentos y con una mente derrotada me dirijo a el jardín y entonces veo a mi cerrando el gran portón de la casa sin siquiera mirarme en sus manos él lleva una pequeña caja, por el diseño y tamaño de la caja se que contiene dentro de esta un pastel que mi padre regala en su aniversario de inauguración, me preguntó porque mi padre lleva un pastel fuera de casa.
_ Alim que tanto ves a tu padre _ dijo mi madre tocando mi hombro, al parecer estaba tan sumergida en mis pensamientos que no note la llegada de mi madre, creo que necesy decirle a mi padre que intensificare los entrenamientos.
_ Mamá porque sigues llamándome Alim _ dije curiosa y olvidando mis pensamientos sobre entrenamientos.
_ Suena lindo _ con esas palabras mamá dió media vuelta y avanzó hacia la puerta principal de la casa.
_ MAMÁ _ grité con fuerza, la susodicha no volteo a verme si quiera, seguramente me estaba ignorado a propósito _ No me dirás porque me dices Alim _ dije aún gritando mamá no volteo sólo continúo caminando y adentrándose a la casa, así que resignada corrí con fuerza y me adentre a casa, miró a mi alrededor y no veo a mi madre, seguramente está en la cocina, corriendo me dirijo a la cocina y ahí está sosteniendo el cucharón de antes.
_ Tardaste mucho _ dijo con dulzura mi madre dejando de nuevo el cucharón en un plato _ Ven mi pequeña acércate _ obedeciendo las palabras de mi madre me acercó a ella _ Si algún día papá y yo dejamos de existir prométeme que vendrás a esta villa y buscarás en la recámara principal una carta.
_ Porque tú y papá dejarán de existir, acaso Sailor moon será derrotada y el fin del mundo llegará.
_ No mi pequeña marinera, eso no sucederá pero en algún momento el ciclo de tú padre y el mío terminarán y entonces tú ya no nos podrás ver... pero estaremos siempre en tú mente y corazón.
_ Pero... Sailor moon les dará eternidad _ dije con los ojos tristes y a punto de llorar.
_ Alim todos tenemos un ciclo de vida que en algún momento tiene que terminar.
_ Pero... _ mamá posó sobre mis labios su dedo índice y se puso de cunclillas.
_ Mi pequeña Alim, prométeme que cumplirás lo que te he dicho.
_ Que me has dicho.
_ Alim... no juegues con esa promesa _ yo la miro curiosa y sorprendida no comprendo porque importa tanto venir a esta villa y buscar una carta después de que ellos... ya no se encuentren más en este mundo _ Mi pequeña marinera quiero que sepas que está misión es importante para mí, prométeme que la cumplirás sin importar nada más que esa carta.
_ Lo... prometo _ digo sin entender las palabras de mi madre.
_ Bien hecho recuerda que...
_ Un Wilson nunca rompe una promesa _ dije interrumpiendo a mi madre al saber que me dirá.
_ Así es mi marinera, por nada del mundo rompas una promesa.
_ Mami ahora... me dirás porque me dices Alim _ mi madre negó con la cabeza con una sonrisa llena de dolor y de alegría.
_ Cuando cumplas con tu promesa sabrás porque te llamo así... _ mamá derramó dos lágrimas al decirme estás palabras parece que le duele hablar sobre este tema _ Perdón Alim
Editado: 14.05.2022