Casada Con Un Inmortal [ Libro 1 ]

Capítulo 19 - Elisabeth.

Entré en la sala de fiestas de la mansión Luna del brazo de mi padre, el hombre y la persona mas importante en mi vida. A mis catorce años recién cumplidos era toda una belleza y aunque el vestido que lucí para mi cumpleaños no era del todo mi agrado, accedí a usarlo solo para complacer a mi abuela Regina. Ni me importó que mi madre no estuviera presente en mi entrada a la fiesta, fiesta en la que ella no había estado de acuerdo, pues decía que era muy niña para un evento así. Por suerte la señora Maggie Alba me ayudó a convencer a mi padre y eso no resultó muy complicado, pues yo siempre había sido el ojito derecho de él. Todo cuanto yo deseaba él me lo daba al instante. 
Los invitados a mi fiesta nos recibieron con aplausos y yo me sentí importante... En verdad, era importante. Mi padre no solo era el hombre mas rico y famoso del país, también había sido inmortal y ello me llenaba de orgullo. Mi madre debía sentirse afortunada de haberse casado con un hombre superior a ella, él podía haber elegido a Maggie... Ella podía haber sido mi madre y todo fuera sido maravilloso. Odiaba a mi madre, la odiaba por haberme tenido solo para quedarse con la fortuna de mi padre. 
La primera en acercarse a nosotros fue mi querida abuela Regina, con ella el niño mimado de mi odiada madre. Christopher pasaba el día encerrado en la biblioteca, habiéndose convertido aquellos libros en sus únicos amigos y solo parecía feliz, cuando llegaban las vacaciones y viajaba con el abuelo Nicolás a aquel apestoso rancho Morgan. Lugar que yo me oponía a pisar. En numerosas ocasiones mis padres también habían viajado hasta allí con mi hermano, ocasiones en las que yo me había quedado con mi abuela en la ciudad. 

- Estás bellísima, cariño. - Me dijo mi abuela tras darme un beso en la mejilla. 

- Lo se, abuela. - Le respondí mientras me acariciaba las puntas de mi cabello.

- Engreída. - Escuché por lo bajo a mi hermano y aunque quise mandarlo a callar, él enseguida preguntó a mi padre. - ¿Y mamá?. 

- Tu madre bajará enseguida. - Le contestó mi abuela rápidamente. Nuestro padre le dedicó a Christopher una caricia en el cabello.

- Ya has oído a tu abuela. - Le dijo mi padre. Ellos estaban mas unidos de lo que yo nunca lo estaría con mi madre.

- Ojalá no baje y me amargue la fiesta. - Solté sin ganas de verle la cara tras lo ocurrido arriba. ¿Que clase de madre le decía a su hija que ojalá no hubiera nacido?, solo me confirmaba lo que yo ya sabía. Nunca me había querido... Solo había sido una cláusura en un sucio contrato. Fue entonces cuando vi entre los invitados a la señora Maggie y sin mas me dirigí hasta ella.

- Me alegra que hayas podido asistir a la celebración de mis catorce cumpleaños. - Le dije agradecida por su presencia allí. No podía evitar pensar en lo hermosa mujer que era y deseaba ser igual a ella. Lo sería. 

- Como iba a perderme tal evento. - Me respondió Maggie. - Cada día estás mas hermosa, Elisabeth. - Me alabó y su mirada se dirigió entonces a mi padre, el cual se detuvo junto a mi.

- Gracias por venir. - Le agradeció mi padre besándole la mano y me complació que para aquel momento mi madre ya había entrado a la sala de fiestas y fue testigo de ese gesto. 


Mas tarde mi abuela requirió de mi presencia, quería presentarme a alguien importante para ella. Se trataba de Estela Sala. Lo único que sabía de aquella mujer es que era la hermana de tía Candela. A primera vista me pareció una bella y elegante mujer, aunque por supuesto no le llegaba ni a la suela de los zapatos a Maggie Alba. En aquella presentación nos acompañaba mi madre, a la cual ignoré por completo.

- La última vez que te vi usabas pañales y ahora eres toda una bella señorita. - Me dijo Estela toda sonriente y dirigió una mirada a mi madre. - Me recuerda a ti la primera vez que nos vimos. - Sus palabras no pudieron despertar en mi mas desprecio, ¿como me comparaba con ella?. 

- Solo que yo era mas grande. - Le respondió orgullosa mi madre que como era natural en ella sostenía una copa. 

- Y por supuesto soy mas bella que tú. - Le contesté sin ningún pudor y pude notar que Estela se sorprendió al oírme. 

- Cariño... - Intervino mi abuela acariciándome el cabello.

- Solo digo la verdad, abuela. - Contesté y miré a mi madre añadiendo. - Además... Mi madre no es mas que una alcohólica. Me sorprende que padre no la haya dejado aún.

- Elisabeth no es el momento. - Se atrevió a llamarme la atención mientras dejaba la copa en la bandeja de un camarero.

- ¿Por qué no?. - Le pregunté. - Acaso temes que tus amistades sepan que te la pasas bebiendo y que hace mucho tiempo que padre ni te mira. 

- Vaya, eres peor que yo a tu edad. - Se dirigió a mi, Estela Sala. - A mi nunca se me fuera ocurrido dirigirme de ese modo a mi propia madre.

- Será porque tu madre no se lo merecía como la mía. - Ante mi respuesta mi madre me tomó del brazo.

- Elisabeth basta ya, por favor. - Me suplicó dolida por mis palabras. A lo que respondí soltándome de ella bruscamente. Dándole un manotazo.

- No me toques. - Le repliqué y para mi sorpresa mi padre detuvo el brazo de Estela, cuando esta se atrevió a levantarme la mano.

- ¿Que pretendías hacer?. - Le preguntó mi padre, bajo la mirada de todos los invitados y en mis hombros sentí las cálidas manos de Maggie Alba.

- Lo que por lo que veo tú no estás haciendo. - Le respondió Estela soltándose de mi padre y siguió reclamándole. - ¿Como permites que esta mocosa trate así a tu esposa?. 

- Eso no es asunto tuyo. - Contestó mi padre serio. - Así que si has venido para esto, mas vale que te marches. - No pude evitar sonreír.

- Ya lo has oído, largo de mi fiesta. - Me dirigí a Estela, la cual me miró con puro odio. Hasta nosotros se acercaron entonces tío Toby y tía Candela.

- No será la única que se marche. - Habló mi tío Toby directo a mi padre. Luego me dirigió una mirada. - Si quieres culpar a alguien por como has llegado a este mundo empieza por tu padre. - Mi rostro se tornó serio y quise gritar, echarlos a todos a la calle pero las manos de Maggie me apretaron suavemente, haciéndome saber que debía callar. Que mi padre se encargaría de todo. Y así lo hizo, pues mi padre golpeó a tío Toby, quien cayó sobre una mesa llena de aperitivos. Maggie retrocedió apartándome con ella, pues los dos se enzarzaron en una pelea. Tía Candela comenzó a chillar, mientras que Axel Gay y Randy Lago los apartaron. 



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En el texto hay: familia, romance, amor

Editado: 25.01.2021

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