Casada con una Mentira

CAPÍTULO 5

Estoy temblando al ver al padrecito Cesar preguntándole al idiota de Aitor quién es la Minions. Él solo traga en seco quedando sin palabras, sabe que ha metido la pata hasta el fondo y no sé cómo ayudarlo en esto sin que me ponga en evidencia que soy yo esa chica. 

No sería justo mentirle al padre que nos está regalando un día agradable fuera de la rutina de la pocilga, pero si digo que soy yo, estaré en graves problemas con Miranda y será peor.

No, no puedo.

No tiene que saberlo.

Buscaremos otra forma.

— Se refiere a mí, padre Cesar. — Menciona Romina, salvando mi culo — Aitor me dice así desde que nos conocemos hace año. Nos queremos como un par de hermanos. Se emocionó al ver que ganamos. Desde chica me dice Minions, aunque… ya crecí un poco.

— ¿Es eso cierto, Aitor? ¿Conoces a Romina?

— Sí, tío. — Menciona Serguéi — Yo igual conozco a Romina. Estudiamos juntos en el mismo colegio antes que su madre se le diera la brillante idea de llevarla al convento de monjas.

— Está bien, Aitor. — Responde un poco más calmado — Calma tus emociones. Meterás en problemas a Romina. No los quiero tan cercas. Ok.

— Entendido, padre Cesar.

Sentí un alivio en todo mi cuerpo.

Solo ocultamos un poco la verdad. Una que me salvo de algo complicado. De un castigo de Miranda y mi bella, pez globo, (sarcasmo) amaría verme caer.

Nuestras miradas se encuentran por un lazo de un tiempo hasta qué pez globo anunció que la mesa estaba servida. Tuerzo mis ojos cuando la escuché, estaba tan feliz sin escuchar su chillona voz. 

Todo de ella me molesta. 

Romí casi le da un paro cardiaco de la emoción al ver a Roxana entre las personas encargadas de servir la comida. Muerde sus labios para aguantar un poco sus emociones.

Romina me ha contado que Roxana trabaja medio tiempo para ahorrar dinero para ayudarle con lo del local de repostería que piensa poner cuando salga del convento. Las dos se ven en un fututo, juntas. 

Los padres de Roxana respetan su inclinación sexual por las chicas, apoyándola en todo, hasta en sus decisiones. Sus suegros la quieren tal y como es. Su madre le negó las visitas para evitar que se vean las dos.

Cuando el amor es real, no abran barreras que las puedan romper y obstáculos que lo puedan detener.

— ¿Tienes tú móvil, Maciel? — Pregunto Romí con curiosidad — Olvide el mío por salir rápido del convento.

— Sí. Sí lo tengo. — Contesto — Pez globo no me deja en paz. Se me ha pegado a mí como garrapata.

— Muere por tus huesitos, Minions. — Dice soltando una carcajada — Ya te lo digo yo.

— ¿Crees que tira para nuestro bando?

— Está más sabrosa la charla que la comida, Martínez y Miranda… si es así… pueden retirarse de la mesa.

— Lo sentimos. — Contestamos al unísono.

Romí está conectada conmigo que no debemos perder la oportunidad de vernos con nuestras parejas. Sí, somos pareja el idiota y yo, su Minions adorada. Muero por besar esos sexis labios de Aitor. Acunarme en esos brazos grandes que tiene, reír por sus tantas bromas sin sentido.

Es un loco en todo el sentido de la palabra.

Al terminar pido ir al baño dándome el aval. Le guiñé un ojo a Romina adentrándome en el cubículo echando seguro. Saco mi móvil testeando al idiota.

Minions 

Gran sorpresa me diste, idiota. Por poco me metes en problemas. Nos podemos dar una escapadita, muero por darte un beso, un besote gigante… Olvidaba mencionar que lleves a Roxana contigo. 

Idiota

Siento meter la pata, Minions. Me gano la emoción al ver que ganaron, así podremos vernos y pasar una tarde juntos. Rox estará lista para nuestro escape, ya lo estaba planeando con Serguéi. Muero por besarte, cariño. Darte un abrazo, aunque, … Deba montarte en un borde. Es broma, mi Minions, bello. Te aviso en un mensaje. Solucionaré lo de tu policía. 

Minions 

Ja, ja, ja. Muero de risa, idiota. Me harías un gran favor quitándome de encima a pez globo, es peor que una pulga pegada en mi trasero, por dios. 

Idiota

¿Pez globo? Te daré un óscar por tus atípicos sobrenombres. Te envió un beso mi Minions bello. 

Minions 

Creo que muy merecido sería, mi guapo idiota. Un beso para ti, idiota.

— Alguien se está enamorando — Pego un brinco al ver a Romina husmeando por encima del baño — Es de los buenos, Maciel, aunque… demuestre ser un mujeriego sin remedio. Es fiel a los sentimientos y también te empieza a querer.

— ¿Tú lo consideras, Romí?

— Lo conozco. Jamás vi tanto brillo en sus ojos como los veo contigo. Es poco lo que se conocen, no han compartido mucho, pero veo que los dos… tendrán una relación linda, fuerte y sincera.

— Qué romántica, Romí. Él me gusta mucho.

— ¿Más que Cavill? — Soltamos una carcajada.

— Más que mi buenote de Cavill — Nos miramos cómplices saliendo del baño.




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