Casada con una Mentira

CAPÍTULO 15

Con el altercado que paso con el señor Petrovic en el juicio que lo llevo a pagar una fianza por una gran suma por agresión para no pasar unas cuantas horas en prisión que lo llevaron a perder el control. Sé que teme que se revelen cosas en el juicio que pueden acabar con él y su imperio. 

Una de las dudas que me asaltan en mi cabeza es: 

¿Acaso tiene que ver con este caso?

 ¿Sus manos están involucradas? 

Creo que este caso me está consumiendo por completo y me tiene volando la imaginación a tal punto de imaginar aberraciones. Los padres cuidan y protegen, no maltratan, y menos hacen daño. 

No uno de esa magnitud. 

¿Si tiene algo que ver con ese hecho?

¿Si fue capaz de dañar a su propio hijo?

 Esas preguntas brotan en mi cabeza como dardos dando en el blanco, me niego a pensar eso. 

Trato de armar el rompecabezas que me lleve al culpable sin descartar a nadie. De algo si estoy segura, y es qué mi cliente es inocente de los cargos que se le acusan. Es una víctima más, al igual que Nikolai que se llevó la peor parte. Un inocente cayó en las garras de un depredador sin piedad. 

Le dejo un mensaje a mi bello esposo, Damir. 

Maciel 
Cariño, me encuentro en la oficina. Fue suspendido el juicio para el día de mañana que se define la culpabilidad o inocencia de mi cliente. Te amo, cariño.

Damir. 
Ok. Te veré en la noche, cariño. Almorzaré, en la oficina, se presentó algo de último momento. Te amo, osita. 

Maciel 
Cuídate, cariño. 
Observo mi telaraña del caso cuando veo entrar a Roger con comida china y unos jugos en mano. 

— Imagine que mi querida jefaza estaba tan ocupada que ni tiempo tendría de almorzar. Así que me adelanté y traje algo para los dos. 

— ¿Jefaza? No lo sabía. — Respondo — Por eso te adoro, mi sexi boy. — Soltamos una carcajada por mi comentario — ¿Tú qué opinas del caso? 

— Lo he seguido de cerca y siento que esa familia esconde algo. Hay gato encerrado en todo esto, Maciel. Creo que tu cliente es inocente, aunque eso no es novedad para ti. — Dice tomando asiento a mi lado — Conozco los malos y él no es uno de ellos, pero el señor Petrovic, es un ser oscuro. Creo que tiene mucho que ver. 

Almuerzo con Roger debatiendo más teorías sobre el caso, cosas que no veía desde mi punto de vista, y que me ayudaran mucho. Para mi fortuna, la visita de esa persona a mi despacho me dejo con la boca abierta, en especial, que no me esperaba que me comentara toda la verdad que me ayudaría con el caso. 

Al ver esos ojos celestes tan perdidos me sentí horrible, reflejan tristeza y un inmenso dolor que te destroza el alma, estruja cada partícula de tu piel. 

Le doy un abrazo con lágrimas en mis ojos. 

Les pido que tomen asiento a los dos ofreciéndoles algo de tomar. Ambos asienten eligiendo dos bebidas calientes. Pido a mi asistente que me traiga el pedido, prestando atención a lo que deben decirme. 

Estoy sin palabras al verlos conmigo dispuestos ayudarme, y me quede más sorprendida con la confesión que realizaron ambos. No pude contener las lágrimas al escuchar su relato de todo lo sucedido. 

Empuñe mis manos golpeando mi escritorio, siento asco, rabia, impotencia y mucho odio. Pude percibir el dolor de Nikolai al recordar todo tan claro, cada minuto de su sufrimiento mientras esa bestia le robaba su inocencia. No aguante y lo envolví en mis brazos prometiendo que le haré justicia, que pagará por lo que le hizo. 

Agradecí en estos momentos no tener un padre. 

Se confesaron con miedo, temen por lo que pueda pasar de ahora en adelante al revelar la pieza faltante del rompecabezas que me hacía falta para armar el caso. Esta confesión derriba toda la pirámide de mentiras que han creado en este caso Petrovic. 

Quiero ayudar a estas dos personas, sé que se siente ser perseguido y tener miedo. 

Quiero ayudar y pienso en una solución que les evitará el escrutinio público, los defenderé de las garras de su depredador y podrán estar a salvo. Solo bastaron dos declaraciones y unos cuantos videos de seguridad no mencionados que declaran a mi cliente inocente y absuelto de todo lo que lo acusan. 

Esa verdad que muchos temen que salga a la luz. Muchos imperios se vendrán al piso, y más enemigos crearé por no esconder la verdad.

 —Confiamos en usted abogada. Será difícil fingir, pero lo haremos. 

— Este es mi número, memorícelo para evitar inconvenientes. No tenga duda en llamarme si algo se presenta. — expreso tomando sus manos — Tendrán su libertad. Un hombre inocente saldrá de la cárcel y el verdadero culpable empezará a vivir su propio calvario. Lo prometo —. Dije dándoles un abrazo — Hicieron lo correcto.




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