Casada Por Una A P U E S T A©

¿Fui tan estúpida?

 

 




 

Bip,Bip...

—marlene tesoro— pronunció Cristóbal al abrir la puerta de la habitación.

—¿papi?— susurro Marlene al abrir los ojos

—sí cariño, ¿Cómo te encuentras?— dijo una vez cerca de la camilla y acariciando su cabello.

—siento que eh vivido un letargo— le respondió con su voz rasposa. —¿Cuántos días llevo aquí?— volviendo a cerrar sus ojos.

—dos días cariño, dos días que me han resultado una tortura...— en las mejillas de Cristóbal se podía ver ese líquido cristalino que emanaba sin control de sus ojos. —hija lo siento, me arrepiento una y mil veces de haberte provocado esto, nunca quise que pasaras algo así... Yo —ahogo un sollozo, lo que provocó que Marlene volviera abrir sus ojos

—no llores papá, no tienes que culparte de nada, fui una estúpida al...al...—los recuerdos de aquella noche llegaron como flashes de una cámara incesante —no, no... No te me acerques... No

—marlene tesoro ¿Que te pa...

—no te me acerques, fuera, no me toques— empezó a estrujarse la cara y abrazarse así misma para luego terminar mesiendose y musitando un No.

no se que le pasó, estábamos hablando y

El doctor le interrumpió las palabras a Cristóbal y le pidió a una de las enfermeras que lo guiara hasta la salida.

—no quiero que me toquen, noooo— gritó al sentir la mano del doctor, por lo que hubo que aplicarle una Loxapina para inducirla al sueño.

—doctor— se acercó el padre de Marlene al verle salir.

—señor Cristóbal, el esposo de su hija se encuentra aquí— preguntó el galeno.

—sí doctor, vine en cuanto Cristóbal me informó de lo sucedido— dijo Taylor parándose de la silla de la sala de espera.

—todo parece indicar que obviamos algunas preguntas, las cuales resultan que son imprescindibles ahora, ¿Marlene sufrió algún trauma antes de llegar aquí?— mientras miraba a Cristóbal y a Taylor.

—claro que no, ¿No es así Taylor?— le dijo Cristóbal colérico.

—¡Por supuesto que no!, ¿A caso cree que violaria a mi esposa?— argumento Taylor cruzando sus brazos, sus hombros se habían tensado.

—no dije que fuera violada— refutó el doctor

—¿Y si no es eso, a que se refiere cuando habla de traumas?, Sea más explícito—

—su rechazo hacia ustedes y su alteración cuando la van a tocar es una alarma que indica algún tipo de alteración tanto mental como físico, vimos en su tobillo marcas de soga o alguna tira utilizada para lo que supongo amarrarla—

—¿Esta diciendo que mi hija, mi tesoro, fue violada o golpeada antes de cometer suicidio?— preguntó Cristóbal abatido y con un solo pensamiento. —¡ERES UN INFELIZ, BASTARDO!— le gritó a Taylor y le propinó un puñetazo.

Taylor trastabilo y chocó contra la pared —¿Qué rayos pasa contigo?— dijo  este limpiando la sangre que empezó a brotar de su boca; los guardias del hospital no se hicieron esperar y fueron inmediatamente para sujetarle a ambos.

—¿Te resulta poco el hecho de que mi pequeña fuera agredida en tu casa?— Taylor sintió alivio, por un momento llegó a pensar que Cristóbal creía en que era su culpa.

—no sé que pasó, debemos de esperar a que sea Marlene que nos diga, no podemos andar haciendo congeturas— dijo Taylor en tono de amenaza hacia el doctor.

—solo digo lo que me ha enseñado la experiencia médica, ahora sí me disculpan me iré, pero antes de ello les sugiero que dejen a la paciente tranquila, por el momento habrá que dejarla sola, solo su madre puede pasar— sin más se retiró de la sala.

Los guardias al ver que todo se había colmado se fueron dejándoles con una advertencia.

Marlene

No puedo creer que fuera tan estúpida como para tentar contra mi vida, Taylor no podrá hacerme añicos, esta es la primera y última vez que hago algo tan estúpido, creo que después de todo tendré que ir con un terapeuta.

Sentí como abrían suavemente la puerta de la habitación y ví el rostro de mi madre asomarse.

—¡Mamá!— la calidez de su abrazo me devolvió la paz que necesitaba.

—nos diste un gran susto pequeña— mi madre es tan dulce, no merece pasar por esto, no debía sufrir por mi culpa.

—perdoname mami— le dije abrazándola más fuerte aún.

—no tengo nada que perdonarte cariño— regalandome un beso.



 

 



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En el texto hay: odio, desprecio, masoquismo

Editado: 16.06.2020

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