Pasado, presente

2 semanas después...

Estos días los he pasado en casa de mis padres, no me han dejado ni un segundo sola y Taylor no ha dejado de insistir en que regrese con el a la casa; la que se supone es mi mejor amiga no se ha dignado siquiera en venir a saber de mí... Creo que ya no debo esperar a que venga.

Hoy no me apeteció salir al jardín como cada mañana junto a mi mamá, me quedé haciendo zaping en la cama, ocupando nuevamente mi antigua habitación, recordando todos los días como si fueran los últimos, todas las veces que despertaba junto a  escarla mi pequeña perrita peluche, cuando venían mis padres a despertarme con un pastel en cada cumpleaños, todos esos recuerdos son como piñazos a cada parte de mi cuerpo aunado a las heridas que cargo ahora, me siento al morir, finjo ser fuerte, soportar todo y ocultar mis cicatrices, pero ya no puedo más, creo que lo mejor sería volver a la casa con Taylor, aunque con él viva un peor infierno, no quiero que la salud de mi mamá se vea deteriorada por mi culpa, no podría vivir con eso.

Empaque la poca ropa que tenía, me dí un baño y me coloque un suéter corto de mangas largas para evitar que se vean las cicatrices, unos jeans y unos converse, hice una coleta alta en mi cabello y baje las escaleras junto con la maleta

—¿Te vas cariño?— preguntó mi padre al verme

—sí Papi, mi deber es junto a... 
Taylor— abrazándome

—le llamaré para que pase por ti— dijo al tiempo que sacaba su móvil

—¡No papá!— dije alterada, pero recapacité a tiempo —le quiero dar una sorpresa— jamás le diré que no soporto un minuto más cerca de Taylor, porque el me violó

— de acuerdo, le diré a Marcelo que prepare el auto— caminando hasta la salida

—aunque insista en quererme ir sola no me dejaras ¿Cierto?— haciendo un puchero

—ya me conoces tesoro—  llamo a Marcelo y este llegó en el automóvil —te amo tesoro, iremos a cenar está noche al Pak, no lo olvides— revolviendo mi cabello

—no papá, no lo olvidaré y también te amo, dile a mamá que no quise despertarla, que nos veremos en la noche— le regalé un estruendoso beso y me subí en la parte trasera del auto.

 

~°

De camino iba imaginando como serían los días nuevamente en esa casa junto a Taylor, solo de pensar en ello se me devuelve el estómago, al llegar Marcelo entró maleta, la quería subir hasta mi habitación, pero preferí que la dejara en el recibidor, Martín ya se encargaría del resto.

Resultó una tortura subir cada uno de los escalones hasta mi habitación, abrí la puerta y lo primero que veo es ropa esparcida por todos lados, sigo caminando hasta la cama y allí veo una mujer sentada de espaldas, teniendo relaciones sexuales con Taylor, este fue el primero en verme, por lo que retiró la mujer de su cuerpo y la tapó con la sábana

—tay ¿Qué pasa?— preguntó aquella chica

—¿April?— pregunté con un escozor en mi pecho y mis ojos acuosos.