Casada Por Una A P U E S T A©

Todo bajo control

 

 

 


 

 

Luego de haber hablado con el padre de Taylor y disfrutar de aquella hermosa vista, me fui para la casa de mi madre, quién luego de darme un gran beso y abrazo me reclamó que dejara a April encerrada en mi habitación.

—¡Por Dios mami! Ya te dije que no la deje encerrada, tal vez Ofelia cerró la habitación con llave al ver que yo me fui, además en la habitación hay teléfono, ella bien pudo haber llamado para que la sacaran— me defendía mientras me servía un trago de whisky

—la pobre, pasó toda la noche encerrada— la miré por el rabillo del ojo mientras me tomaba de golpe el trago

—Marlene cariño, ¿Te encuentras bien?— pregunto mi madre al verme tomar

—mejor que en años— sonreí mientras por dentro estaba que reventaba por decir lo que realmente sentía

—no acostumbras a tomar y menos whisky, ¿Segura que esta todo bien?— camino hasta mí y recogió un pequeño flequillo que estaba en medio, la abraze y empeze a llorar

—no mamá, no estoy bien, esto me sobrepasa— lloré en el hombro de mi madre; ella estaba asombrada mientras me abrazaba y daba ligeras caricias en mi espalda

—calmate cariño, ¿Qué pasó?— me preguntó alarmada, viendo la situación y recordando su salud, seque mis lágrimas

—lo siento mamá, no quise angustiarte, solo... no es cómodo para mí estar casada con alguien a quien no quiero— sonreí forzadamente

—sé que no es motivo de felicidad por lo que atraviesas y que todo esto es encontra de tu voluntad, pero trata de que esto sea más llevadero, siempre te eh dicho que posiblemente te puedas enamorar de él y...

—no mamá, eso jamás— sentencie sin dar tregua a que haga sus famosas argumentaciones

—se lo dije señora Fernanda, su hija es terca como una mula— dijo Taylor apareciendo de la nada

—Taylor me contó sobre lo que pasó hoy en la oficina— nos miró a ambos

—te dijo que...

—sí, me dijo que fuiste hasta la oficina y hiciste un escándalo porque el estaba hablando con su recepcionista, hasta el punto de que el tuviera que cancelarla— esta vez su mirada paso a ser de regaño

—¿En serio, eso es lo mejor que tienes?— le pregunté a Taylor

—Marlene, ya basta, deja de hacer berrinches y compórtate como una adulta, sé que tu padre es el responsable de todo esto, que tú no elegiste estar en esta situación, pero lo estás, debes comportarte— grito alterada

—exacto mamá, yo no elegí casarme ahora y menos con un desgraciado como Taylor —

—¡Marlene!— dijo mi madre

—sí mamá, el se vende como Santa palomita, pero no es más que un desgraciado— lo fulmine con la mirada, tomé mi bolso, salí de la casa, me monte en mí coche y salí a toda velocidad, conduje sin destino alguno por horas, hasta que llegue a la playa, donde ya se veían los rayos del sol.

Me quite las zapatillas y camine sobre la arena, para conectarme con la naturaleza y disipar mi mente, caminé hasta la playa y me sumergí un poco. Luego de varios minutos salí y conduje hasta la casa de Taylor.

—¡hasta que llegas!— me dijo Taylor, quién estaba sentado en el minibar de la estancia, yo seguí caminando, la verdad es que el frío se estaba adueñando de mí —¿Dónde estabas Marlene?, ¿Porqué estás en esas fachas?— yo estaba con la ropa mojada y llevaba los zapatos en las manos

—el hecho que vivamos juntos no quiere decir que te deba explicaciones— terminé de subir las escaleras, al entrar a la habitación arrojé las llaves a una pequeña mesa colocada en una esquina, retire mi ropa y fui a darme una ducha, lavé mi cabello y luego salí a vestirme.

Mi móvil empezó a sonar

—¡Buen día Marlene!— la voz de Aaron inundó el auricular

¡Buen día Aaron!, Que sorpresa— y es la verdad, su llamada me sorprendió

te llamo para decirte que el abogado de la empresa habló con el de tu padre y han quedado en un acuerdo, así que si gustas puedes pasar a las 10 am para que estés presente en la firma del contrato—

sí claro, me estoy terminando de vestir, encuato lo haga parto hacia allá—

—de acuerdo, aquí los espero— colgó la llamada... ¿Los espero?, Quiere decir que Taylor estará presente.

Me entalle una falda gris tipo lápiz, una camisa rojo vino en tela satín Oscar de la renta a juego con mis zapatos cerrados de tacón, me coloque un cinturón fino en la falda, ya que entre la camisa por dentro, me hice unas ondas en mi cabello y para completar maquillar mi rostro haciendo resaltar mis labios con un color rojo carmín mate; en el momento que terminaba de arreglarme entro Taylor

—voy a llevarte a la...

Se quedó embobado viendome

—jamás iré a la empresa de la mano contigo— salí contorneando las caderas.

—¡Tesoro!— saludo mi padre al verme llegar a la empresa

—papá, Aaron— abrazándolos respectivamente

—estas hermosa— dijo mi padre al cual sonreí con sonrojo

—disculpa que cuando te llamé en la mañana no pregunté cómo estabas, ¿Ya te sientes mejor?— preguntó Aarom

—¿Qué tienes tesoro?—

—no es nada, sólo que ayer no estaba de buen animo— dije mirando a Aaron, quién entendió que mi padre no sabía nada

—ya pueden pasar— dijo la secretaria de Aaron

Todo salió a pedir de boca en la reunión y como era de esperarse cerramos un contrato, en el cual una de las condiciones eran que solo sería tratado entre Aaron y yo, Taylor no tenía voz ni voto en nuestro acuerdo, lo cual lo hizo estallar y poco después abandonar la sala.

Aaron nos tenía preparado un almuerzo seguido de un brindis.

—espero que este sea el comienzo de una gran alianza— dijo mi padre

—asi será mi querido Cristóbal— respaldo Aaron lo dicho por mi padre, mientras posaba su mano en el hombro izquierdo de este

—ya verán que no se van arrepentir— tomé un sorbo de la copa y de repente sentí mi cabeza dar vueltas y me tambalee de mi lugar

—Marlene, ¿Estas bien?— pregunto mi padre sujetándome de la cintura



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En el texto hay: odio, desprecio, masoquismo

Editado: 16.06.2020

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