Casada Por Una A P U E S T A©

Noche larga

Luego de Matt salió de la habitación, me recompuse como pude y con pasos torpes y presurosos fui hasta el baño, donde puse a llenar la tina con agua tibia y mientras esta se llenaba yo limpiaba mi rostro con una toalla húmeda ya que no habían antisépticos. Una vez llena la tina, me sumergí con todo y ropa, no quería perder el tiempo... Tengo la fiel esperanza de que esta disminuirá el dolor.

Lloré en silencio, pensando en todo lo ocurrido y en lo dicho por Matt. A estas alturas no sabía quién decía la verdad, lo cual me atormentaba aún más, pero ahora tengo otras prioridades, mire mi aun plano vientre y le acaricie, porque aunque aún no hay una protuberancia como indicio de crecimiento, sé que está ahí, que forma parte de mí y que su corazoncito palpita junto al mío y no pienso por nada en el mundo volver a sentir el dolor de una pérdida.

Salí de la tina y retire la ropa húmeda de mi cuerpo, me coloque una diminuta toalla que estaba doblada en el estante y salí, llevándome un tremendo susto al encontrar a una mujer desconocida en  la habitación

—¿quién eres y qué quieres?— puede que tal vez sea una mujer que tambien esta aqui encontra de su voluntad

—soy Patricia y Matt me envió a ayudarte a buscar un atuendo adecuado para esta noche— sonrió amablemente

—¿qué se supone que habrá esta noche?— me mantuve de pie en la puerta del baño

—lo siento pero Matt nunca me informa sobre sus actividades, yo solo me encargo de hacer lo que me ordene— dijo apenada

—¿estás aquí en contra de tu voluntad?—

—¡no!, ¿cómo crees?— dijo con nerviosismo, mirando a todas partes

—pues yo si y creeme que esto es...— caminé hasta el closet

—su magulladura me indican que ha sido víctima de maltrato... a mi me han traido aqui bajo amenazas— intentó reír —las consecuencias de ser la mejor en lo que haces— se giró y fue directamente hasta el gabetero de la estancia y tomó una funda de ropa y un pequeño cofre en tela —Matt me envió para que te arregle para la gala de esta noche, asi que necesito que te pruebes este vestido— me extendió la ropa guardada en la funda

—ayudame a salir de aquí, por favor— suplique con lágrimas en mis ojos... En ese momento no razone

—por favor, no me ponga en esta situación— susurro llorando —tengo una familia... tengo dos niños y aunque pudiera ayudarla no pondré en riesgo a mi familia— limpió sus lágrimas —no haga esto más dificil— volvió su atención hacia el cofre, mientras yo limpiaba mis lágrimas y me encerraba en el closet para poder probarme el vestido.


El vestido me quedo como un guante, me veía hermosa, solo lamentaba el hecho de verme cautiva y sin salida. Cuando estaba lista Matt llamó indicandole a patricia que me acompañara hasta afuera que pasarían a recogerme. Salí junto a ella y bajando las escaleras había un auto negro estacionado, del cual bajo Matt con un traje rojo vino, perfectamente esterilizado y con una amplia sonrisa, que me causó asco 

 

 Salí junto a ella y bajando las escaleras había un auto negro estacionado, del cual bajo Matt con un traje rojo vino, perfectamente esterilizado y con una amplia sonrisa, que me causó asco         

 


—te ves hermosa Marlene...sabía que ese vestido te quedaría perfecto— termine de bajar las escaleras, él se puso a un lado del auto y me extendió su mano para ayudarme, pero la rechacé y seguí caminando hasta entrar, lo vi bajar la mano y sonrió para luego entrar y sentarse a mi lado

—no vuelvas hacerme un desplante Marlene— arregló su cabello e inhalo profundamente —iremos a una reunión con mis socios y te vas a comportar como toda una dama, obediente y sumisa, no quiero una escena o veras de lo que soy capaz— miro hacia el frente —ya estas advertida— trague duro y volví mi vista hacia la ventana del auto.

 

Llegamos a una mansión, la cual tenía diminutas luces encendidas afuera en color azul, una larga alfombra y varias personas dispersadas por el lugar con tragos en su manos, todos se veían muy elegantes, seguimos caminando hasta subir por unas escaleras hasta llegar a la azotea, la cual estaba descubierta con varias hileras de diminutos bombillos amarillo, varias mesas perfectamente colocadas y algunas tumbonas a las orillas 

—Matt, viejo amigo— se nos acercó un hombre fornido cubierto en un traje azul oscuro, voz aguda, tez morena y facciones dura

—Federico Bengala— se abrazaron dando palmaditas en su espalda

—¡oh, disculpe!— se dirigió hacia mí —un placer al fin conocerle— tomo mi mano y la beso —ahora entiendo porque no sales con ella Matt—



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En el texto hay: odio, desprecio, masoquismo

Editado: 16.06.2020

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