Casada Por Una A P U E S T A©

DELIRIOS

Nos instalamos en una nueva casa de seguridad, pero yo permanecía sangrando por mi herida en la planta del pie, Matt ha llamado un doctor y aun no ha llegado y creo que de seguir así me desangrare

—¡LLAMA NUEVAMENTE A ESE DOCTOR! ¿ACASO NO VEN QUE MI MUJER SE ESTÁ DESANGRANDO?— escuche a Matt gritar, fue hasta mi e hizo presión en mi herida —estás muy pálida Marlene, esto no me gusta para nada—

—señor aqui esta el doctor— dijo uno de sus hombres

—¿qué espera para atenderla?— le apresuró Matt

—si señor— me quitó el pedazo de tela que estaba amarrado en mi herida, higiéniso el área para luego saturar —su fiebre está muy alta señor, me temo a que de seguir así convulcione y esto afecte su bebé—

—para eso esta usted aquí doctor, para evitar que algo malo le pase a mi mujer— escuche a Matt alterado —que no le quede dudas de que si a ella le llegare a pasar algo usted se muere— sentenció y a partir de ese momento deje de escuchar, simplemente mis oídos quedaron cohibidos de escuchar, solo sentía que caía a un frío y profundo abismo, donde a medida que caía veía mi vida en diferentes escenarios y en cada uno de ellos estaba Taylor dándome la espalda, intentaba llamar su atención, pero cada intento era nulo, nunca logré captar su atención y aquello dolía de la peor manera.

TAYLOR

Conduje tan rápido como el vehículo me lo permitía, quería salir de aquel lugar donde creí que mi esposa era cautiva, donde creí que permanecía el amor más puro y sincero que jamás tuve, pero no, la vida se empeña una vez más en mostrarme que no vale la pena dejarse llevar por sentimientos que a fin de cuentas no me dejaran más que dolor, dejándome una ves más aquel camino de truhan, evadir todo compromiso y concentrarme en lo único que me queda es esta vida de narcos a la cual en mi afán por recuperar a Marlene descuide, pero a partir de este momento seré implacable y el primero en probarlo será el desgraciado de Enzo Vastrozza,  el sabrá como la pagan los soplo es en este negocio.

De pronto la camioneta se detuvo y fue hasta entonces que pude ver que el combustible se había acabado y para ser sinceros no sabía dónde estaba y para completar mi dicha había dejado mi móvil. Salí de la camioneta y mire hacia todos lados y no veía mas que árboles. Camine toda la pista hasta que alcance ver a lo lejos un pequeño pueblo, camine unos cuantos kilómetros más, hasta que llegue a un letrero en el cual decía Fairhope y fue entonces que supe que estaba en un pequeño pueblo de Alabama que cuenta con no más de dieciséis mil habitantes, esto lo supe gracias a una de esas charlas de geografía que tuve con mi extrañable padre.

Camine un poco más hasta adentrarme en las pequeñas y coloridas calles de aquel pueblo, se podía apreciar la caída del sol hacia el oeste, algunos niños jugando y uno que otros ancianos sentados afuera de sus casas leyendo o simplemente disfrutando de la vista.

—disculpe— me acerque hacia uno de los ancianos

—mmm... ¿Es usted un forastero?, porque su rostro no me es familiar— me examinó de pies a cabeza

—efectivamente señor, soy un forastero, mi camioneta se ha quedado sin combustible en medio del camino y llegar hasta aquí fue mi solución más factible— yo me mantenía de pies, detrás de la colorida valla que dividía la vera con su casa

—¿que es lo que necesita? — se puso de pies y camino hasta mi con pasos pausados

—necesito llamarle a mi amigo para que pueda llegar hasta aquí con combustible, ¿me puede usted prestar su teléfono?, prometo que le pagaré por el favor—

—si usted me paga, ya no sería un favor, así que prefiero ser gentil— abrió la puerta de entre la valla y me invitó a pasar a su casa

Llamé a Esteban el cual se notaba preocupado, le informe donde me encontraba y tan pronto como lo hice le agradecí al señor, que en medio de una charla en espera de Esteban me dijo que se llamaba Will. Después de unas cuantas hora, la cual pasó a toda prisa, llegó mi rescate : Esteban.

—¡ese es mi gran amigo señor Will! —  le dije al ver a Esteban estacionarse frente a nosotros

—eso fue rápido, juzgando que viene desde Miam— Will se puso de pies junto a mi

Nos despedimos del señor Will con fiel promesa de visitarlo nuevamente.

—debemos ir por la camioneta— no mire a Esteban, estaba concentrado en armar mi plan de venganza

—ya me encargue de eso señor—

—gracias—

—señor, ¿es un buen momento para hablar? —

—no Esteban, no es un buen momento — con aquella respuestas siguió un ensordecedor silencio por el resto de horas hasta llegar al Estado de Miami, South Beach.

De camino, cambie de pasajero a conductor, ya que Esteban llevaba más de seis horas conduciendo y, auqneu mi estado de ánimo no es el mejor, no puedo abusar de quien me a mostrado lealtad. Conduje varios kilómetros y luego de ello, pude ver un vehículo seguirnos, saque mi arma y alerte a Esteban de la situación, este ni tonto ni peresozo, to lo el arma, la sonó y miro atravez del retrovisor

—no hay que alarmarse señor, es uno de los nuestros— dijo al ver los cambios de luces

—bien... Puedes seguir dormiendo entonces— pise el acelerador y no me detuve hasta ver la tan familiar entrada hacia el residencial donde vivo. 
Llegamos a la casa y tan pronto baje del vehículo me encerré en mi despacho a recojer todos los documentos de importancia, le ordene a Esteban hacer lo mismo con sus cosas. Fui a la caseta trasera para avisarle a Agueda, para que recoja sus pertenencias, esta al escucharme se despertó asustada y con debida razón, ya eran las cinco de la mañana, pero para lo que se desatará de ahora en adelante, no hay tiempo que perder.

—creeme que no querrás vivir el infierno que voy a desatar Agueda... Eres una persona a la cual admiro y respeto mucho— sus lágrimas salían precipitosamente

—entiendo señor Maher, empezaré a empacar ahora— limpio sus lágrimas

—si lo que te preocupa es que no tienes a dónde ir, no te preocupes por ello, tengo una casa a las afuera de Alabama y la he traspasado a tu nombre, también te he depositado dinero suficiente a tu cuenta con lo cual vivirás cómodamente durante un tiempo y también he creado una cuenta a nombre de tu hijo para sus estudios — pude ver un destello de alegría en su mirada



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En el texto hay: odio, desprecio, masoquismo

Editado: 16.06.2020

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