Capítulo: 5
Alicia:
—Alis ya he solucionado todo—explica mi padre entrando al comedor y dejo la cucharada de comida que pensaba llevarme a la boca poniéndola nuevamente en el plato y lo miro con atención asombrada pues no creo que halla nada que necesite ser solucionado. Un corazón roto no creo que pueda ser curado en un solo día.
—¿De qué hablas papá? ¿Qué has solucionado? —indago y él sonríe.
—Te vas a casar, con un hombre mucho mejor que ese Michel, apuesto, inteligente, de buena familia. Ya todo está arreglado.
—¿Cuánto le pagaste papá? —pregunta mi hermana—es injusto que le compres un novio a mi hermana y a mí no—se burla cruzándose de brazos.
—¡Ya basta! —exclamo enojada poniéndome de pie—No necesito que nadie me compre un novio y no soy un objeto papá. No aceptaré casarme con nadie que me quiera solo por algún interés.
—Hija... —intenta explicarse.
—Ni siquiera necesito casarme, estoy bien así, no creo que sea necesario compartir la vida con alguien para ser feliz. Si me iba a casar con Michel era solo porque lo quería y no porque necesito alguna compañía—exclamo saliendo hacia el jardín para estar sola y me siento en uno de los bancos.
—Alicia—pronuncia mi papá que me he seguido sentándose a mi lado—lo hago por tu bien.
—¿Por mi bien? ¿Cómo crees que me beneficiaría casarme con alguien que no me quiere?
—Quiero que tengas otra vida, que te abras al mundo, que vivas en otro lugar, que conozcas otra gente—opina y lo miro decepcionada.
—¿Qué me vaya?¿quieres eso? Puedo irme lejos de ustedes si es lo que quieres...
—No, quiero que te cases, que la sociedad te vea diferente...
—A es eso, te da vergüenza tener una hija fea que no logre encontrar pareja. —exclamo.
—No eres fea y estoy orgulloso de ti, pero ya tienes edad de casarte y te casarás.
—No lo haré. —me impongo—esta vez papá no te obedeceré porque estás siendo muy injusto.
—Si no te casas no sufragaré los gastos para que el guion que escribiste sea nuestra próxima película...
—No puedes hacerme eso. Dijiste que sería un éxito total, que impulsaría mi carrera como guionista.—le reclamo indignada.
—Las posibilidades que otro director desarrolle tu guion luego de que yo lo haya rechazado siendo director de cine reconocido y siendo tú mi hija son muy bajas, eso sin contar que deseas mantener el anonimato hasta estar segura de que es totalmente bueno lo que haces y estás en los mejores años de tu vida para iniciar tu carrera como guionista, carrera que no estudiaste oficialmente, solo por tu cuenta y por lo que te han enseñado algunos colegas, no tienes título ni muchas opciones...
—Estudié una licenciatura en idiomas como querían ustedes—reclamo.
—Sea como sea, la pregunta es ¿qué estás dispuesta a sacrificar para cumplir tus objetivos?
—Papá...
—Solo responde porque esta es tu última oportunidad conmigo—afirma.
—No me harías algo así.
—Sabes que te quiero y si no estás dispuesta a sacrificar nada para lograr tus objetivos, es porque no mereces el resultado y no es lo que realmente quieres. —dice y me deja pensativa, me gusta escribir desde que era adolescente, nunca me atreví a decírselo a mi familia ni a mostrárselo a nadie porque nunca consideré que era bueno lo que hacía, hace unos años mi padre encontró algunos de mis escritos por casualidad y me presentó a unos colegas que eran guionistas y me enseñaron bastante sobre el tema. He escrito cada noche de mi vida, pero nunca le he tenido fe a lo que hago, salvo a esta historia que es mi favorita y que me da esperanza de que las cosas puedan cambiar a mi favor. Cuando se la mostré a mi padre le encantó y prometió ayudarme y usarla en su próxima película. La verdad nunca he hecho nada por mí ni por mi felicidad y creo que tengo que ser egoísta por una vez en la vidavida, luchar por mks sueños y por lo que realmente quiero aunque sea una vez, me merezco una oportunidad de ser feliz y me la voy a dar. Mis sueños se merecen una oportunidad.
—Lo haré—respondo—pero antes de casarme quiero hablar con él—agrego poniéndome de pie—esta tarde, a las 5 estaré sentada aquí esperando a mi futuro esposo porque creo que tenemos que ponernos de acuerdo en algunas cosas—agrego y mi padre sonríe mientras me alejo de allí.
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Me siento en el jardín cuando llega la tarde y comienzo a leer un libro mientras espero al hombre que se convertirá en mi esposo. No evito distraerme pensando en cómo será y cuan difícil puede ser convivir con una persona que ni siquiera conozco. Levanto mi vista al escuchar unos pasos acercándose. Lo miro fijamente, ese rostro lo he visto antes, él es... ese hombre es quien interrumpió mi boda erróneamente y arruinó la ceremonia ¿cómo lo encontró mi padre? ¿y cómo logró que quiera casarse conmigo?
—¿Tú eres...? —cuestiono con dudas mientras él camina hasta quedar parado cerca de mí.
—Tu futuro esposo—responde sentándose a mi lado—¿Alicia verdad? —cuestiona y asiento con la cabeza.
—Mi padre me dijo que vendrías—respondo mirándolo fijamente, la verdad que es bastante atractivo.
—Lamento la forma tan abrupta en la que nos conocimos, lamento haber dañado tu boda y tu vida...
—Fue una suerte, era todo una mentira—respondo y él me mira directo a los ojos, tiene una mirada profunda y unos ojos verdes brillantes muy llamativos.
—Tengo que hacerte una pregunta importante—agrega tomando mi mano cosa que me sorprende bastante y que me pone algo nerviosa pues aunque nos casaremos ni siquiera nos conocemos—¿Estás dispuesta a casarte conmigo?
—Sí—respondo bajando la mirada.
—Lo harías aún sabiendo que amo a otra mujer y que nunca podría sentir absolutamente nada por ti...